El dibujo es la estructura
Preocupado
siempre por llegar al nacionalismo más puro, Juan O´Gorman advirtió
incesantemente la necesidad de desprender del quehacer arquitectónico de su
tiempo la obsesión infinita de asumirse cosmopolitas al importar fachadas de
vidrio; cuestionó las razones por las cuales el estilo colonial se adoptó como
lenguaje nacional en la creación de escuelas públicas y más de una vez rescató
la expresión del arte popular como verdadera raíz de toda estética superior;
encumbró a Frank Lloyd Wright como el más grande arquitecto del siglo XX al
exaltar que Wright había concebido el oficio como un método para producir obras
de arte; definió a la arquitectura orgánica como el vehículo de armonía entre
el hombre y la tierra; celebró la locura de hombres que construyeron poesía en
piedra como Ferdinand Cheval y Antonio Gaudí; sentenció que para hacer
arquitectura había que ser un hombre de negocios y asumió esa idea como argumento
para abandonar la profesión.
Más de una
vez reprochó que la profesión se había convertido en un mecanismo a través del
cual se realizaba la inversión de un capital para ganar interés dejando de lado
todo vínculo emocional; deseó haber nacido entre el siglo XIII, XIV o el XV
revelando su ilusión de ser aprendiz de maestros como Piero della Francesca;
jamás ocultó su cariño a Frida Kahlo o el enfado por la sociedad consumista en
la que vivió, denunció a los políticos y sus derroches; advirtió el impacto
ambiental que generaría la avanzada tecnológica; hizo, metafórica y físicamente
escuela(s); negó en el final de sus días la posibilidad de seguir envejeciendo,
recitaba de memoria las enfermedades que evitaría a toda costa; su escape y su
terapia ocupacional fue la pintura de caballete, su ideología nunca se doblegó
y se fue con él, con su esqueleto y su genio radicalizado, usó tres métodos
para no dar posibilidad al error: su viejo frasco de arsénico, su pistola y una
cuerda. No falló, cumplió lo dicho un 17 de enero de 1982.
Juan
O´Gorman nació un 6 de Julio de 1905. Y a pocos días de haberse celebrado su
natalicio, vale la pena hacer una revisión a todo el mosaico de complejidades
que formuló. Sus casas y sus pinturas son –casi siempre- un buen punto de
partida pero con ello, no se agota el universo de este hombre que nunca guardó
para sí lo que pensaba. Si tal como indicaba, el dibujo es la estructura de la
pintura, la ideología fue el fundamento estético de su arquitectura, siempre
prematura, siempre visionaria, siempre comprometida a no caer en la banalidad.
Personas como él deben recordarse continuamente, no sólo en fechas especiales,
faltan muchos como él que indiquen un rumbo a seguir sin temor al exilio
social.
¿Por qué
sé es pintor? Se preguntaba y respondía que por idiota. Juan O´Gorman deja
abierta la pregunta: ¿Qué razón existe para ser arquitecto en la actualidad?
Ojalá pudiera responderlo él.
Fotografías cortesía del INBA (3 primeras) y Flor Garduño
* Marcos Betanzos (Ciudad de México, 1983) es arquitecto, fotógrafo y articulista independiente. Becario FONCA 2012-213 por su proyecto #BORDOS100 y miembro del Consejo Editorial de la Revista Domus México, América Central y el Caribe.
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