Los interiores del Hotel Bo

Por: Eugenia González y Lorenzo Díaz

Hacer un hotel boutique de tan sólo 22 habitaciones representa un gran reto, esta dimensión pertenece a un universo donde los espacios mantienen su tamaño íntimo, como el de una residencia, pero atienden a un número considerable de personas. Los espacios públicos del Hotel Bo han sido magistralmente resueltos por el equipo de Muro Rojo. Dos son los aspectos que destacan, su debida proporción a la vida del hotel y su brillante incorporación con los espacios exteriores.


Los interiores del hotel se dan alrededor del espejo de agua central

El interiorismo del Hotel Bo es una ecléctica mezcla entre un ambiente cosmopolita de última generación y un contemporáneo rescate de los valores de la ciudad de San Cristobal de las Casas. A Elizabeth, German y Jorge, socios de Muro Rojo, no les tembló la mano para hacer propuestas y utilizar el color. La paleta de materiales y colores es amplia, pero logra un agradable balance. Destacan por supuesto materiales nobles que expresan su cercanía con la naturaleza y el característico sabor artesanal de la ciudad. Se mezclan piezas de diseño clásicas, mobiliario contemporáneo diseñado por Muro Rojo, piezas de autor de diseñadores mexicanos y textiles y materiales locales virtuosamente reinterpretados.

El área del restaurante crea un acogedor ambiente

Grandes lámparas crean ambientes únicos en el área de comedor

 El atractivo muro de leña y las mesas de servicio hacen
la estancia en el restaurante una experiencia única

De día el espacio se incorpora al exterior a través de enormes puertas y ventanales que se abren para hacer indescifrable lo que es fuera y lo que es dentro. De noche el espacio cambia, se transforma. Una iluminación cuidadosamente diseñada, con base sólo en incandescencia y la presencia de varias chimeneas de alcohol, crean una atmósfera mística y acogedora.

El Arq. German Velasco vive el espacio al caer la tarde

La magia del anochecer con las chimeneas de alcohol

De noche el espacio se transforma con
un muy delicado proyecto de iluminación

Hay muchos rincones acogedores donde
los huéspedes se pueden sentir en casa

Componen al espacio el área de recepción, un bar, un vestíbulo y el restaurante. En una segunda altura, escondida del bullicio encontramos una pequeña biblioteca. Los espacios se mezclan entre sí creando infinidad de rincones y áreas donde estar, recibiendo a grandes grupos o creando espacios muy personales.

Los tradicionales techos a dos aguas
característicos de San Cristobal de las Casas

Una vista desde la biblioteca del area de recepción



Al ojo del paseante el interiorismo puede parecer una apuesta osada, pero unos minutos después, viviendo la realidad operativa del hotel, se da uno cuenta que la propuesta está calculada. El Hotel Bo está destinado a cambiar la vida interior de lujo en una ciudad dinámica que se transforma con el México contemporáneo.

Las generosas puertas unen el exterior con el interior




Más sobre el hotel Bo: http://bit.ly/GzyxKd

Fotografía: Lorenzo Díaz

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