Un hotel en el pacífico

Por: Marcos Betanzos* @MBetanzos

En este mar que se deshace y se hace
una vez y otra vez contra las rocas,
en esta ciudad ya muerta, en el salvaje
amanecer turquesa, este ritual de piedras…
Ciudad Número 6 (fragmento)
Jaime Labastida

                                                   Hotel Bocachica. Vista general de las habitaciones. (2007)

La transformación o renovación de un hotel no debería de sorprender, mucho menos a casi un par de años de haberse consolidado tal iniciativa. Se sabe que estas obras tienen un tiempo de vida determinado y que sus conceptos de imagen son susceptibles de renovaciones periódicas que alimentan la atracción y satisfacen las demandas de sus usuarios. Es casi inevitable, de otra forma estos espacios se infectan de nostalgia nociva. Quedan atrapados en su tiempo y se dislocan irremediablemente.


El extraño caso del Hotel Bocachica es interesante de abordar por las condiciones que a su historia le sucedieron. Se trata de un edificio afortunado por su arquitectura de origen que a paso lento vino a menos quedando aislado sólo en la memoria cautiva de los amantes del pasado. Cimentado sobre los rasgos más evidentes de un Acapulco tradicional que se percibe obsoleto, antiguo, agreste y desarticulado, el inmueble sobrevivió para demostrar el valor de la prudencia y eso -hay que decirlo- no es algo que se observe cotidianamente.


El hotel ya cerrado al público hace algunos años. 


                               Habitación y Celosía, una vista al canal de Bocachica desde la terraza.

Lo que hoy se percibe es sin más un concepto bien logrado que integra una trilogía quimérica para el canibalismo arquitectónico: sensatez, respeto y mesura en todas sus escalas. A cuenta de lo ganado, de la fortuna de haber sabido integrar correctamente el diseño interior, la arquitectura, el mobiliario, y la historia habrá que decir que se ha perdido toda comunicación externa. Algo tendría que quedar pendiente.

Esta situación de aislamiento (quizá involuntario) deja en la mesa la posibilidad de imaginar que un rescate afortunado no sólo influye en el objeto sino en su contexto inmediato. Y aunque en esto último las cosas parecen muy difíciles, por lo pronto hay que decir que esta vez no triunfó el delirio en el pacifico mexicano.


                                                                            Vista al Pacífico

                               
                                 Interior: los excesos de una época atrapada.


Antiguo mobiliario del restaurante

                              
                                       Vista actual de las habitaciones

                                        Mobiliario y ambientación en el Lobby del hotel.


                                 Rescate de la tradición en el diseño.


Vista desde el restaurante: renovación oportuna.


Detalle de regadera


Vista desde el restaurante. Nuevos discursos de mobiliario y color.


La celosía, elemento protagónico del conjunto en imagen del año 2007

                                    Interior actual de la habitación tipo

Fotografía:
Víctor Hugo Betanzos y Marcos Betanzos


*Marcos Betanzos, es arquitecto, fotógrafo y escritor independiente.

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