Por: Eugenia González y Lorenzo Díaz
Ayer hicimos nuestro primer recorrido por
los pabellones de recinto ferial de Milán y capturamos lo que más llamó nuestra
atención, ideas nuevas e interesantes propuestas. Pasillos llenos de personas provenientes
de todos los rincones del mundo confirman que este es seguramente el encuentro
más internacional en el mundo del diseño, las empresas no desperdician la
oportunidad para presentar sus nuevos productos a los ojos escrutiñadores de
propios y ajenos.
Notamos menos novedades que otros años, son
claros los estragos de la crisis que golpea a lo largo y ancho de Europa, la
búsqueda es refrescar colecciones existentes, creando variantes y enriqueciendo
las gamas. Los materiales y procesos en las nuevas
propuestas buscan maximizar las recursos, muchas propuestas “low tech” con
inversiones muy razonables para asegurar la recuperación de la inversión. Vimos
pocas exploraciones con materiales sustancialmente innovadores o apuestas con
apantallantes inversiones en moldes o desarrollos tecnológicos, hay cautela
-que por supuesto es muy comprensible- pero no se pierde el interés por
sorprender y cautivar a los visitantes.
Estas imágenes recopilan una serie de
propuestas creativas e innovadoras de diferentes marcas que destacan la
búsqueda por la personalidad única, ese
atributo que haga de los objetos propuestos un posible ícono del diseño.
Al recorrer los pasillos siempre es reconfortante ver el reconocimiento al
trabajo de los diseñadores como motores de las propuestas, tal vez enfatizando
el gran culto al “design star” pero siempre respaldado por la trayectoria de
las grandes firmas.
Llamó en especial nuestra atención, la
presencia de evidentes paletas de color que presentaremos en un posterior
reporte, el color está de vuelta y es optimista.
Mafalda de Patricia Urquiola para Moroso
Zaha Hadid para Citco
Fotografía:
Lorenzo Díaz
@lorenzodiaz
y @EugeniaGG
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