Acaba de pasar mi cumpleaños y, como cada año, me gusta hacer una introspección y un recuento de lo que he ejecutado, lo que he concretado, lo pendiente por alcanzar y todos los sueños por realizar. Es un tiempo en el que me gusta darme un espacio de recogimiento, analizar mi camino y replantearme a dónde voy y lo que espero.
Este año no ha sido la excepción y he vivido
este momento entrañable junto a mi esposo, que me escucha y me apoya, que me
alienta y me exige a que dé lo mejor de mí y, sobre todo, me ayuda a
dimensionar mis metas y objetivos. Esta época del año, en particular, es un lapso
de cerrar y comenzar a planear lo que viene para el próximo; es también una
oportunidad de agradecer y reconocer las bendiciones que tenemos en nuestras
vidas.
Los conceptos que guían mi labor como
interiorista surgen, como para cualquier otro diseñador, del espacio mismo,
puesto que éste es la materia física que delimita el entorno que buscamos transformar,
mejorar, embellecer.
CALIDAD
No podemos hablar de conceptos de diseño si no existe calidad: calidad en el proyecto, calidad en la ejecución, calidad en la manufactura. El concepto de la calidad es indispensable para intervenir espacios, y va muy de la mano con el cuidado de los detalles; al final del día, la vida es una hermosa escultura construida de detalles.
HONESTIDAD
En mi firma tenemos la convicción de que la honestidad debe permear todos los niveles del trabajo: en la utilización de materiales sólidos, de calidad y durables; en la originalidad de los diseños; en las gestiones de negocios; en la atención a los clientes.
“Así como la música surge del silencio, el diseño nace del espacio”, Mariangel Coghlan.
¡Hasta la próxima!
Parte importante de esta revisión del pasado
y proyección del futuro es analizar en profundidad mi proceso creativo, y reflexionar
sobre los conceptos principales que rigen el eje central del diseño en mi firma
de interiorismo.
En mi práctica profesional percibo 12
conceptos principales que estimulan mi creatividad para transformar el espacio.
Se los comparto.
IDEA RECTORA
Para comenzar a diseñar es necesario, antes
que nada, una idea. Sin ideas es imposible diseñar. La idea rectora es el eje
central del diseño. Para llegar a tener una buena idea es indispensable dedicarle
tiempo al análisis, al estudio del espacio que vamos a intervenir y,
especialmente, a la reflexión de lo que esperamos lograr. Hay que pensar no una
vez, ni dos, ni tres; hay que hacerlo la cantidad de veces que sea necesario
para llegar a la mejor solución. Después de tener el concepto de cómo queremos
transformar un espacio, tenemos que plantearnos que éste sea funcional, que sea
práctico, cómodo, acogedor.
FUNCIONALIDAD
Un diseño que no es funcional es de alguna
manera un absurdo; no podemos plantear una solución espacial que no funciona
para el usuario final. Parte central de la funcionalidad es la belleza; para mí
algo que no es bello, atractivo, estético, no puede de ninguna forma ser
funcional. Algo que es “feo”, aunque sea cómodo, no funciona.
ESTÉTICA
La cuestión de la belleza es tan intangible
como complicada; cuando estamos ante algo bello percibimos la belleza aunque no
podamos explicar exactamente qué es lo bello en el objeto observado. Nuestra
percepción de la belleza puede depender de convencionalismos sociales, tendencias
históricas o evoluciones culturales, pero lo importante es que esté presente en
los espacios que habitamos.
INNOVACIÓN
Es común decir que un niño es muy creativo,
que innova. Sin embargo, lo que en realidad los niños poseen es espontaneidad.
Para innovar o crear algo original, lo que se requiere en primer lugar es conocimiento
previo sobre el tema en cuestión; sin estudio, análisis y observación, no se
puede crear algo auténtico: lo original no puede surgir de la “nada”. Es
importante señalar que en el diseño no se debe buscar la autenticidad por la
autenticidad misma, pues ésta únicamente es necesaria en la medida que sea
justificada por la funcionalidad o la estética. Crear espacios auténticos,
originales, innovadores… cuando el espacio lo requiere, ha sido un objetivo
primordial en mi quehacer como interiorista.CALIDAD
No podemos hablar de conceptos de diseño si no existe calidad: calidad en el proyecto, calidad en la ejecución, calidad en la manufactura. El concepto de la calidad es indispensable para intervenir espacios, y va muy de la mano con el cuidado de los detalles; al final del día, la vida es una hermosa escultura construida de detalles.
ESENCIAL
Para concretar el proyecto ideal es necesario
contar con lo necesario, únicamente lo esencial, nada más ni nada menos. Es una
frase muy común entre los arquitectos decir que “Menos es Más”. No hay que
tenerle miedo a una pared vacía, a una estancia sobria; un color adecuado puede
sustituir la falta de mobiliario o accesorios.
VERSATILIDAD
Ofrecer la posibilidad de realizar diferentes
actividades en un mismo espacio enriquece un proyecto específico; tener esto en
cuenta a la hora de diseñar nos permite enriquecer la propuesta.
DISPOSICIÓN
Un cuadro, por sí mismo, puede tener un valor
artístico muy alto. Sin embargo, si lo colocamos en una pared cubierta por un
biombo, el disfrute de la obra quedará relegada al olvido. La distribución y
orden del mobiliario, accesorios y obras de arte incrementan las posibilidades
del espacio. HONESTIDAD
En mi firma tenemos la convicción de que la honestidad debe permear todos los niveles del trabajo: en la utilización de materiales sólidos, de calidad y durables; en la originalidad de los diseños; en las gestiones de negocios; en la atención a los clientes.
REUTILIZACIÓN
Lo viejo es lo nuevo de hoy. Intervenir
piezas ya existentes e incorporarlas en un diseño es una gran oportunidad para
darle un toque original a un espacio. Además, es una forma de ser responsables
con el entorno natural.
COLOR
La paleta cromática es mi pasión. Experimentar
con la infinita gama de matices y colores que existen, aplicados en diversas
formas en un espacio, es una de las formas más fascinantes de transformar algo
ordinario en algo extraordinario.
ESTILO FUSIÓN + MÉXICO
Nuestro país, como cualquier otro, es parte
del enramado mundial de conexiones económicas, culturales y sociales: todos
somos afectados por las decisiones y acciones de seres humanos en latitudes muy
distantes; cuentan que el viento producido por el aleteo de una libélula en el
Caribe puede acabar como un tsunami en Asia. Mi estilo Fusión + México es el
resultado de la reflexión sobre la interdependencia internacional de tendencias
del diseño de interiores a la luz de las maravillosas formas, colores y
recursos naturales que, muy particularmente, ofrece México.
Lo más importante al utilizar estos conceptos
es identificarnos, mirar dentro de nosotros mismos, en profundidad, y descubrir
de qué estamos hechos. La vida es mucho más apasionante cuando uno es dueño de
una “identidad” que inspira.
“Así como la música surge del silencio, el diseño nace del espacio”, Mariangel Coghlan.
¡Hasta la próxima!
Fotografías: cortesía Mariangel Coghlan
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