La Visual de...

El estado del CAMBIO

 

Marcos Betanzos * @MBetanzos

“Los discursos sobre gobernabilidad o gobierno, ¿tienen alguna utilidad que no sea la de eximir a los gobiernos y legitimar la inflación institucional? Jordi Borja

Se afirma con la frecuencia de una conversación de sobremesa que hay edad para todo, que hay varias fases para vivir y que todas hay que vivirlas, pero sin confundirlas. Poco ha de saber de eso el flamante gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello quien ha resultado no sólo un precoz político hecho en casa gracias a la tradición familiar de gobernar, sino que también ha resultado un personaje sediento, hambriento de legitimación y reconocimiento panfletario.

En las semanas recientes quien no tenía el (dis)gusto de conocerlo, lo ha tenido que soportar y padecer día a día. El rostro de quien ha sido Diputado Local, Diputado Federal y Senador de la República por el estado de Chiapas se ha posicionado de manera agresiva, por decir lo poco, en anuncios espectaculares y parabuses del Distrito Federal, Estado de México, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo, entre otros estados del centro del país. Se difunden además, mensajes por televisión o se promueve también en comerciales que se transmiten en la mayoría de las salas de cines. No ha quedado ningún espacio vacío para el joven gobernador que presume con indiferencia su celeridad por protagonizar una campaña política escenográfica, vulgar y, que a la par de costosa se ha convertido en ridícula: exceso propio de aquellos que prefieren arañar la ilegalidad.

¿Puede el partido político de tal gobernador –el Verde Ecologista de México- suscribir tal cantidad de contaminación visual en nuestras calles y la masa de residuos que esa publicidad genera? ¿Es congruente que en uno de los estados con mayor rezago social (se) permita un derroche de recursos económicos para posicionar a su gobernador o a su debilitado discurso?
 
El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) prohíbe realizar propaganda por informes de gobierno a nivel nacional. Así lo dice: “El informe anual de labores o gestión de los servidores públicos, así como los mensajes que para darlos a conocer se difundan en los medios de comunicación social, no serán considerados como propaganda, siempre que la difusión se limite a una vez al año en estaciones y canales con cobertura regional correspondiente al ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público y no exceda de los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe. En ningún caso la difusión de tales informes podrá tener fines electorales, ni realizarse dentro del periodo de campaña electoral”.
 
La letra muerta y la alianza clientelar de los medios no sorprenden, indignan. Para muestra el botón más grande que representa la revista CAMBIO, quien ha sido la plataforma seleccionada para destacar los cuatro ejes principales “para que Chiapas avance”, para señalar que se trata de un estado progresista y para reiterarnos que el precoz gobernador, “el Güero” Velasco, el más joven de México con 33 años de edad, es un hombre de estado.
 
Hay edad para todo, ¿incluso para invadir nuestras ciudades y pensar que éste es el sistema más eficaz para enterarnos del cumplimiento de promesas y la llegada del progreso prometido? Hay edad para todo, ¿incluso para simular al enarbolar la bandera de la austeridad que ha reducido salarios y restringido beneficios a funcionarios del gobierno chiapaneco para consolidar “la caja chica”? Hay edad para todo, pero no hay que confundir: ya no tenemos la inocencia para creer que este nuevo mecanismo de propaganda es adecuado y mucho menos, tolerar que todas nuestras calles se llenen de este tipo de manifestaciones del poder.
 
No se trata de una queja contra una ideología política en específico, se trata del método, de esa nueva fórmula para ningunear nuestras calles, las ciudades y sus habitantes. Se trata de señalar a un sistema hecho a modo para convertir la ciudad en manifiesto particular en detrimento no sólo de nuestra imagen urbana sino de la simple decencia de hacer uso de nuestros impuestos. ¿Cómo para cuántas mejoras puntuales en el estado de Chiapas alcanzan los 129.4 millones de pesos que el Instituto de Comunicación Social del Estado (ICOSO) tuvo como presupuesto? Quizá nunca lo sabremos y en una de esas tampoco el monto gastado en realidad.
 
Mientras tanto, ante las solicitudes de información presentadas a través de la Ley de Transparencia local, el ICOSO sólo ha respondido que, “la divulgación de los montos y contratos por concepto de contratación de espacio de difusión podrían generar competencia desleal, lo que puede perjudicar a otras empresas que ofrezcan el mismo servicio al Gobierno”. Y además, “que hacerlo pone en grave riesgo que dicha información sea manipulada o utilizada con fines de desestabilizar el estado de derecho, la seguridad, el desarrollo, la cultura, los usos y costumbres aplicables en zonas indígenas, los planes y programas de carácter estatal y federal y en general todo el bien común, en que la sociedad y el Estado de Chiapas convergen pugnando por su desarrollo”.
 
¿Acaso es más importante procurar la competencia de tales empresas que la rendición de cuentas claras ante los gobernados? ¿Usos y costumbres? Abusos y costumbres o la pugna por el desarrollo simulado. Así se manejan las cosas a los 33 años de Manuel Velasco Coello y con motivo de su primer informe de gobierno. Esperaría no saber cómo actuará el flamante gobernador cuando se sienta en cinco años más con la capacidad de ser candidato presidencial… ¿Se imaginan cómo lucirían las calles de todas nuestras ciudades?
 
Posdata:
¡Lo mejor para el 2014, muchas gracias a los que me han acompañado en Podio en este primer año!
 
Fotos: Marcos Betanzos
 
*Marcos Betanzos, es arquitecto, fotógrafo y escritor independiente. Becario del Sistema Nacional de Jóvenes Creadores FONCA 2012-2013 en la disciplina de Diseño Arquitectónico. Miembro del Consejo Editorial de la Revista Domus México, América Central y el Caribe.

2 comentarios:

  1. Excelente lectura del horror mediático. Buena la investigación de la ley que prohíbe tan afrentosa situación y buena llamada de atención sobre el caso. Ya corren memes sobre la espantosa imagen del susodicho con la leyenda "Soy totalmente Payaso", por algo será. Abrazos y muchas gracias por poner los puntos sobre las ies.

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  2. Pues si, ya no raya en lo ridículo, establece un nuevo inverosímil limite de lo absurdo, permitido por nosotros al final. Desde hace cientos de años gente muy articulada nos ha advertido de las formas de personajes como este, que lejos de ser originales tan solo repiten recetas, como dije antes, llevándolas cada vez más a limites antes impensables. Uno de los mas famosos: George Orwell con 1984 o Animal Farm.

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