La restauración y transformación del Banco de México fu el motor detrás de este proyecto al acondicionar los primeros 3 pisos en un museo. El Museo Banco de México está localizado en el edificio principal del mismo banco en el centro histórico de la ciudad de México.
La experiencia museográfica es el resultado de
la visión global del espacio. Cada aspecto del proyecto vive en balance guiando
al visitante a lo largo de más de 100 años de historia. Aunque lleno de
intervenciones modernas como tecnología, iluminación, muebles nuevos y
experiencias multimedia, convive en armonía con la elegancia original del
mármol, la madera y el bronce del Banco Central de México. El espacio
resultante es parte de una experiencia única que deja a los visitantes con más
conocimientos y en asombro total ante uno de los edificios más icónicos de México.
El proyecto aborda las dos salas permanentes
en el piso principal. La sala Condesa está dedicada a la historia del dinero y
la sala Lázaro Cárdenas, dedicada a la historia del Banco de México. También
incluye la bóveda y la sala de Cajas Particulares debajo de la sala principal y
en el primer piso se encuentran los baños, la tienda del museo y espacio para
exposiciones temporales. El proyecto de renovación no incluyó las oficinas en
la parte de arriba, donde actualmente trabajan el Gobernador del Banco de
México y altos oficiales del banco.
Originalmente construido para “Mutual
Insurance Company”, el edificio fue completamente renovado y adaptado para ser
el Banco de México por el Arquitecto Carlos Obregón Santacilia en 1925. Durante
los próximos 90 años el edificio sufrió múltiples intervenciones que resultaron
en una gama de materiales, acabados y espacios improvisados. La renovación
actual tenía como objetivo preservar e integrar el proyecto original mientras
se adaptaba para su nuevo uso.
La dinámica compleja del Proyecto requirió que
se abordara con un equipo multidisciplinario que conceptualizó cada aspecto de
la experiencia museográfica, desde la restauración del edificio original y la
experiencia museográfica, hasta el mobiliario que presenta las exhibiciones.
Cada detalle del proyecto fue diseñado, revisado e instalado de acuerdo con
esta visión holística.
El acceso principal fue restaurado respetando
los materiales originales del espacio. Se reemplazó la puerta giratoria de
Aluminio con una puerta blindada corrediza con acabado de latón. También se
colocaron torniquetes automatizados discretos que controlaban el acceso al
edificio y modificaron la circulación para respetar la intención museográfica.
Se instaló un piso falso para poder alojar todas
las instalaciones y alimentar el mobiliario museográfico. Del piso suben a
través de una vertical de instalaciones para llegar al plafón donde se esconden
en un sistema de montenes cuidadosamente diseñados por el equipo de arquitectos
e ingenieros. Este sistema facilita la distribución de todas las instalaciones
corriendo por debajo de las trabes del edificio en el mismo color gris del
museo mimetizando y reduciendo su impacto visual.
Plafones flotantes
rectangulares de una membrana de PVC multiperforadora alojan los diferentes
dispositivos que requiere el museo, como sistema de detección de humo, sistema
de intrusión, Wi-fi, control de iluminación, CCTV, audio ambiental y voceo.
Estos paneles sirven varios propósitos: para disimular y distribuir las instalaciones,
como un elemento acústico para controlar las reverberaciones acústicas, y como
elemento central de Iluminación, conteniendo la luz general, la luz de acento y
las luminarias decorativas originales del edificio.
El diseño de iluminación es moderno, pero a su
vez respetuoso de la elegancia del espacio. Una combinación de capas trabaja
juntas para lograr los objetivos en la sala. Luz general que llena el espacio
de luz para poder orientarse y distinguir los elementos del espacio, luminarias
de acento que resaltan la museografía y las luminarias decorativas originales
de 1925. Éstas fueron restauradas y equipadas con lámparas de LED controladas
individualmente y con capacidad de cambio de color. Esto nos permite hacer
escenas para poder resaltar la experiencia interactiva del visitante.
Los espacios, originalmente blancos, fueron
pintados de un color gris obscuro para harmonizar y contrastar con el espacio
principal, elegantemente revestido en sus materiales originales de madera,
latón y mármol. Este tono permitió que los trabajos de restauración resaltaran
aún más. Las molduras de bronce que delinean el perímetro del espacio y las
columnas fueron restauradas a su estado original y ahora contrastan
elegantemente con el espacio obscuro y solemne. Se instalaron espejos en dos de
las columnas para poder apreciar los relieves y diseños únicos de los plafones
originales tenuemente iluminados.
Al final de la sala principal, una ventana
brilla detrás de la escalera donde se encuentra la primera experiencia
museográfica para el usuario – la instalación del vitral de Fermín Revueltas.
Esta pieza nunca fue completada pero ahora renace en una instalación multimedia
que narra la historia del espacio y proyecta el diseño original del vitral,
como originalmente lo visualizó el artista.
La nueva disposición del museo permite ahora
acceso a la bóveda original y las históricas cajas particulares debajo del
espacio principal. La restauración y la transformación de este espacio fue de
primordial importancia convirtiéndose en una experiencia multimedia 360º
proyectado en los muros recientemente restaurados. Estos muros fueron forrados
con un tratamiento acústico para controlar la reverberación natural del espacio
metálico. Se restauraron los paneles de acero, latón y cobre dentro del espacio
para adaptarlo a su nueva función como espacio didáctico. Se instalaron
molduras para encubrir instalaciones de CCTV, AAC, control de Iluminación,
detección de humos y Wi-Fi. En el espacio de las cajas particulares se
restauraron las ventanillas bancarias y se añadió una iluminación general para
poder apreciar el espacio.
En el Mezanine se diseñaron unos túneles de
latón con iluminación en el piso que crea una experiencia única llevando al
visitante a una pequeña antesala de los baños. Ésta sala abre a una esquina
íntima del edificio donde en primer plano vemos el costado de Bellas Artes y en segundo plano el
callejón de correos con unas vistas inéditas de ambos edificios.
Fotografía: Jaime Navarro
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