Proyecto ganador de la categoría comercial del XI Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA
Greengrass ha
servido ensaladas en la Ciudad de México desde 2007. Después de 13 años decide
transformar su concepto, alineándolo con sus valores de bienestar, frescura y
autenticidad que se plasman en este nuevo espacio diseñado por Faci Leboreiro,
donde más que diseñar un proyecto arquitectónico, se creó un estilo de vida.
Hoy en día un
comensal tiene expectativas que van más allá de un restaurante tradicional,
donde los espacios comunican la esencia de la marca y crean una experiencia
integral, que va además del diseño, hacia la comunidad y el bienestar . Por
esta razón el proyecto de Greengrass requirió una comunicación muy estrecha con
la marca, donde tuvimos que conocer a fondo su producto y filosofía, para
lograr entender cómo comunicarlo a través del interiorismo.
Como punto de
partida se creó una paleta de materiales locales- como si de una ensalada se
tratara – que representa la frescura y el origen auténtico del producto, a
través madera de roble, mármol amani, y colores blancos, , que realzan los aspectos
arquitectónicos del local, como son el plafón barrisol y los paneles de mármol
que albergan las obras de arte.
Al entrar al
local recibe al visitante un amplio espacio en grapa que funge como vestíbulo y
alberga el área de delivery, pasando por el remate visual más importante del
local – la mesa central. Este elemento en conjunto con el árbol y la lámpara de
barrisol – dirige la vista hacia la barra de ensaladas, el remate visual más
importante del restaurante, donde se preparan los alimentos a la vista y gusto del
cliente. El espacio se encuentra rodeado por la vegetación que vive en la
jardinera perimetral que envuelve al local.
Los muros de
mármol amani del restaurante fungen como un lienzo para exponer artistas
locales – una propuesta de la marca de acercar a los creativos hacer comunidad,
convirtiendo el local en una galería viva y cambiante. En este caso se
encuentran obras de la artista mexicana Tania Zaldívar, representada por la
galería Angulo Cero.
La iluminación
fue trabajada en conjunto con In Light we Trust, buscando acentuar los detalles
arquitectónicos del espacio por medio de una iluminación muy limpia y clara,
aprovechando la transparencia del local hacia la terraza y convirtiéndolo en un
referente para los transeúntes.
De esta forma,
Greengrass se transformó en un proyecto donde el bienestar del comensal se puso
como prioridad de diseño, recreando la frescura saludable de sus productos en
este nuevo concepto, al mismo tiempo que toma en cuenta su impacto en la
comunidad local y las relaciones entre personas que puede potencializar.
Fotografía: Luis Gallardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario