Una sencilla intervención a los espacios interiores de este departamento proporcionó todo aquello que el usuario necesitaba para convertirlo en su hogar. La flexibilidad y los materiales fueron los elementos cuyo balance dio como resultado el nuevo espacio.
Para lograr este objetivo se
diseñaron celosías de madera de ébano que además funcionan como muebles que
generan espacios de almacenamiento. Replicando el mismo lenguaje se diseñaron
puertas corredizas, que permiten que las áreas se abran y se cierren de acuerdo
con las diferentes actividades, asegurando espacios flexibles y funcionales.
El planteamiento de materialidad complementa el piso de mármol ya
existente con acabados más cálidos como la madera que se utilizó para el
lambrín y parte del mobiliario. Este contraste se armonizó con una paleta de
colores con base en tonos neutros que destaca las maderas oscuras seleccionadas
para dar un mayor contraste.
La recamara principal se plantea como una suite con área de estar que
define un ambiente atemporal, cálido y clásico donde la cama es la pieza
central. La acompaña una pieza de diseño elaborada en madera de nogal con
iluminación indirecta haciendo juego con la piel en tono arena de la cama.
Fotografía: Claudia Hans
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