Un refugio abierto al paisaje.
Esta residencia localizada en Temozón, Yucatán, se concibe como un santuario para una mujer mayor cuya única familia ha emprendido nuevos caminos. La vivienda resuelve la mayor parte del programa en planta baja, priorizando un funcionamiento eficiente con trayectos cortos y mínimos esfuerzos, asegurando comodidad y autonomía.
La casa se estructura bajo la idea de una gran terraza, donde los espacios interiores, aunque segmentados en un lado, se abren por completo hacia el exterior en sus demás caras. Al retirar estas "tapas", se logra una conexión fluida con los jardines circundantes, diluyendo los límites entre el interior y el paisaje. La arquitectura invita a vivir en un espacio continuo, versátil y relajado, evocando la sensación de colgar una hamaca y sentir la brisa.
Como primera vivienda dentro del desarrollo, se define como un pivote urbano, marcando presencia a través del único volumen de dos niveles, estratégicamente retraído en la intersección de coordenadas. Este gesto libera la esquina y genera una plazoleta que funciona como un punto de encuentro, celebrando el vacío y propiciando interacción con la calle.
El esquema en L de la planta baja distribuye las áreas sociales—comedor, cocina y terraza—hacia el jardín, mientras que las zonas privadas—family room, recámara de visitas y la suite principal con vestidor y baño atípico—se resguardan hacia el interior. Un colchón vegetal actúa como filtro, aislando la vivienda del entorno urbano sin perder luminosidad ni apertura. El recibidor cobra protagonismo como articulador de estos espacios, ya que la casa prescinde de una sala convencional.
Los servicios se concentran en la planta alta, destinando espacios para el personal de apoyo, lavandería y almacenamiento, mientras que en planta baja un volumen complementa estas funciones. La paleta de materiales enfatiza la claridad funcional del proyecto: piedra bola en las áreas de servicio, estuco blanco en los espacios privados y volados en acero y madera para delimitar las zonas sociales. La esencia de terraza se refuerza mediante grandes claros en cristal con sistemas de apertura corredizos y biombos, otorgando flexibilidad a los espacios al abrirse completamente al exterior o cerrarse según las necesidades de climatización.
Fotografía: Sergio Ríos
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