En el proceso de diseño se tuvo como objetivo que todos los muros y
plafones se terminen con un acabado estucado granulado en tonos beige, que se
perciben como si fueran de arena, logrando envolver el interior en un ambiente sustentable.
Se logró recuperar un muro de piedra volcánica existente
que resalta la región de la construcción. Se eligieron solamente materiales naturales y rústicos que conforman una paleta de tonalidades neutras con acentos en negro para el mobiliario, arte, y accesorios decorativos.
Todo el mobiliario fue hecho a medida por fabricantes mexicanos y se emplearon materiales y textiles naturales como el yute, lino, lana, maderas y palma. Para la terraza se diseñó una pérgola de madera con un diseño inspirado en los traslapes de las construcciones tradicionales japonesas y teniendo como elementos protagonistas materiales ecológicos, como el carrizo, que genera una atmosfera acogedora.
Toda la casa fue pensada y diseñada para transmitir un ambiente cómodo,
cálido y funcional, que celebra la convivencia en familia por medio de espacios
flexibles en los que se disfruta pasar el tiempo.
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