El
Museo Experimental El Eco sigue una filosofía: “Haga usted lo que se le dé la
gana”
Por:
Estivaly Calva Tapia @estivalycalva
“Haga
usted lo que se le dé la gana”, escribió Daniel Mont al final del contrato del Museo
Experimental El Eco. Esto sucedió hace 60 años cuando fue inaugurado este recinto
experimental que se caracteriza por esa total libertad de hacer cosas
diferentes, fuera de lo común.
Daniel Mont tenía bares en la Zona Rosa y estaba muy involucrado con el arte. En una ocasión, conoció a Mathias Goeritz y le dio una misión: Hacer un proyecto para un restaurante, bar y galería. Goeritz, un hombre alemán que llegó a México a finales de los años 40, era historiador del arte y artista, no arquitecto.
Paola Santoscoy, directora general del Museo Experimental El Eco, afirma que el equipo que trabaja en el museo gusta de tomar riesgos y ser flexibles con las propuestas de los expositores.
“Acabamos
de inaugurar la muestra de Claudia Fernández. Una de sus esculturas se
encuentra en el patio del museo y decidimos iluminarla con una fogata. ¿Qué
otro museo permite hacer eso por cuestiones de seguridad? Aquí somos más
flexibles porque pensamos en formatos innovadores de exhibición. Nos interesa
crear una relación entre la obra de arte y el público”, explicó Santoscoy.
Expositora actual
Es
artista visual de formación y paralelamente se dedica a la restauración y
coleccionismo de muebles, sobre todo del Modernismo mexicano.
También
tiene otra faceta: crear relaciones o puentes que ayuden a mitigar los
problemas sociales o de la naturaleza. “Ahí el arte es diferente porque
funciona como un catalizador para resolver problemáticas”. En su nueva exposición (que estará abierta al público hasta el 9 de marzo de 2014) presenta varios elementos que hablan del origen. “Básicamente es lo que a mí me interesa decir, volver a lo esencial”.
Es un elemento
de la cultura huichola, y en este espacio se traduce en una experiencia de
índole espiritual para Claudia Fernández, quien toma como símbolo cristiano un
material: la lana, que significa el cordero, y la cruz también está presente en
esta pieza.
“El
Árbol Cósmico es una ventana al universo porque a través de un romboide entras
a otras dimensiones. También es el ojo de Dios que cuida a los niños”, explica
la artista.
Con
esta construcción, Claudia quiere remitirnos a la primera arquitectura de una
piedra unida a otra hasta formar una barda. Representa lo más primitivo pero
que en realidad era lo esencial para protegerse, porque un cercado es el
principio de la propiedad privada.
“Después
de la cueva, la siguiente casa es el amontonamiento de piedras, y de eso trata
la exposición, de los orígenes que a veces ya no vemos por la supuesta
sofisticación, pero en realidad esta simpleza era muy sofisticada”.
ÁRBOL DE LA VIDA
Está
formado por 300 figuritas de muchas culturas del mundo que fueron utilizadas en
1968 para las olimpiadas y se quedaron en la colección de la UNAM.
Paola
Santoscoy comenta que el proyecto de Claudia Fernández dialoga en muchos
sentidos con las ideas de Mathias Goeritz. No sólo por la arquitectura
emocional sino por la presencia de lo sagrado en el arte. “Siento que también camina
en una dirección donde conversa con la arquitectura vernácula, la artesanía,
los rituales, en este caso de la cultura huichola, con elementos de la pintura
y la escultura moderna a partir de la forma”.
¿Su obra favorita?
“La que
más me gusta es El Árbol Cósmico. La hice con mi mamá, ella me ayudó a teñir
los colores. Y con mi papá hice Tecorral, él me apoyó con la carga y el
traslado de las piedras, así como en su construcción”.
Claudia Fernández nos deja una reflexión:
“Hay
que sentirnos contentos de estar vivos, vivir con lo que tenemos, porque en
realidad la vida es la misma en todos lados, y finalmente algún día nos vamos a
morir. Regresar a los orígenes cambiaría muchas problemáticas sociales y de la
naturaleza. Creo que nos hicimos una mala imagen de lo que es vivir bien. Hay
una distorsión pero aún podemos reflexionar en el origen de las cosas”.
Fotografías: Javier Pérez
MUSEO EXPERIMENTAL EL ECO
Dirección:
Sullivan 43 (frente al parque del Monumento a la Madre)
Col. San Rafael. Ciudad de México.
Entrada libre.
www.elco.unam.mx
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