podio: DESIGN HOUSE 2013 / Despacho (12)

DISEÑO: BEATA NOWICKA

Por: Arturo Emilio Escobar @AEmilioEscobar
Al frente de Nowicka Studio (desde 2004), lo que Beata Nowicka piensa sobre su trabajo en arquitectura de interiores y mobiliario es que se dedica a compartir su pasión por la vida, por los detalles y los espacios provocativos, evocadores. En su firma, al día de hoy, han consolidado un historial de retos, de lo residencial a lo comercial, de lo corporativo a lo experimental, desarrollando proyectos como, por ejemplo, los corners de DIEZ Gallery, Tabló y Gramos de Conciencia en Blend, así como las oficinas académicas de CENTRO de diseño, cine y televisión, y la Dirección General de Zurich México, entre otros.

DESPACHO / Diseño de Beata Nowicka

Es tu tercera participación en Design House, después de diseñar el Hall principal y un Pantry, ahora le diste alma a un despacho.
Es el espacio más pequeño de los tres que he diseñado, me pareció muy interesante, aunque te revelaré un secreto: soñaba con el comedor, pero no me fue otorgado, tal vez será para el próximo año. Este espacio es clásico, sencillo, absolutamente simétrico, casi cuadrado, y decidí hacer un despacho para una mujer. Aunque generalmente es considerado como un espacio propio para los hombres, de unos años a la fecha las mujeres también dirigen grandes empresas y necesitan su espacio para trabajar.

¿Quién es la mujer que imaginaste trabajando en tu despacho?

El diseño de este despacho está dedicado a una gran mujer, una paisana mía, la poetisa polaca Wislawa Szymborska (Premio Nobel de Literatura, 1996) quien murió hace dos años. Es una mujer que tenía lo que este espacio, por ejemplo, el umbral nos habla de la mujer socialmente acotada: la ama de casa, la madre de familia, y enfrente está el escritorio de la mujer empresaria, creativa, propositiva. Son los dos ejes del discurso que diariamente las mujeres hacemos, nuestra vida cotidiana, esa dualidad que nos acompaña es bastante fuerte, y algunas vivimos bien ambas partes, pero otras no lo han conseguido.

Veo sutiles hallazgos de feminidad, de dulzura pero sin empalagar.
Claro, pensamos en una mujer femenina pero que no fuera kitsch o naíf, por eso usamos una gama de colores sobrios: grises, verdes secos, negros que son contrastados con el rosa; la tonalidad extraída de una flor que para mí personifica la expresión femenina: la peonia, con arreglos de la florista Arlette Salas. La sutileza del rosa también es aplicado en otros elementos como las luminarias, el papel tapiz y el tapete de seda.

El ambiente es íntimo, me gusta la pureza y carácter del mobiliario, pero también junto al escritorio hay un muro dedicado a la sensibilidad artística.
El escritorio empotrado en un muro rompe la simetría del espacio, y si giras la vista encuentras la increíble obra de la artista Martha Flores, quien nos ha acompañado en los tres espacios que diseñamos para Design House. Estas piezas pertenecen a su última exposición, son obras femeninas pero muestran esa fortaleza que yo buscaba.

Reflejan ese carácter que tú tienes, eres una mujer fuerte, sin duda, una diseñadora intelectual que también nos transmite nobleza, en tus ojos veo alegría y reconozco tu amor por la cátedra de la arquitectura interior.
Yo creo que es algo con lo cual naces, y eso me ayuda a que pueda convivir con las diferentes facetas de mi vida: la acción profesional, la vida cotidiana y orgullosamente en mi labor docente como directora de la carrera de Arquitectura de Interiores en CENTRO de diseño, cine y televisión. A la gente le sorprende pero a mí no me cuesta trabajo, yo creo que tengo un disco partido en tres: La arquitecta diseñadora, la docente y la mujer de mi casa, en donde me desarrollo y brinco de una esfera a otra aparentemente sin ningún problema.

El diseño del despacho nos transmite memorias, recuerdos de Polonia, emociones en torno a la vida doméstica y la determinación profesional.

Así es, incluso hasta el olor en el ambiente es fresco y profundo. Además, la música que se escucha es de un jazzista polaco que le dedicó su pieza a Szymborska, es un juego para todos los sentidos.

Me llama la atención ese retrato antiguo ¿una cápsula del tiempo?
Colocamos un retrato que encontramos en este lugar y lo decidimos preservar, nosotros pensamos que es la imagen del dueño del espacio. También hay un busto del padre de la nación, Porfirio Díaz, porque me recuerdan esos roles de los hombres en las vidas de las mujeres.

Más allá de adjetivos de género, como seres humanos todos podemos ser detallistas en la medida que uno quiera expresarlo.
Yo creo que todos tenemos un interés especial en donde podemos ser detallistas, habrá algunos que lo sean en organizar sus cuentas, otros en elementos visuales. En mi particular caso, el interés por el detalle viene de mi convicción de que hacer arquitectura de interiores es transmitir uno o varios mensajes muy concretos, por eso cada cosa que ves en este espacio es un elemento premeditado, pensado, que expresa una idea.

La arquitectura de interiores nunca será accidental.

Jamás, no tiene elementos casuales, es donde yo siempre marco la diferencia entre decoración y verdaderamente un diseño, como esta acción que resuelve una necesidad de transmitir algo. A mí me encanta la idea de codificar y decodificar, es el mundo en el cual me muevo. Por ejemplo, coloqué unos capelos que contienen símbolos femeninos: semillas de cacao y anís, que hablan de fascinación, que son potencialmente reproductoras de vida, queríamos transmitir sensualidad en el espacio.

Todos los elementos que utilizaste son de materiales naturales.

Sí fue otro objetivo. El tapete es 100 por ciento de seda de Nepal, también hay piedra natural, la cortina es de lino, tenemos maderas, vidrio, objetos de plata, no hay ningún material artificial. A esto yo le llamo interiorismo orgánico.

¿Cuál es el camino que ha seguido y tomará la arquitectura de interiores en México?

He sido parte y partícipe, y espero seguir un buen tiempo más, de este gran cambio en México. De no existir el interiorismo a ojos de todos, ahora es cada vez más visible, más apreciado. Mi idea, muy profunda del alma, es que fuese exponencialmente más accesible a la gente, hoy en día, muy a menudo, es todavía una cosa de mucho dinero. Espero que en 20 o 50 años cualquier mexicano pueda tener acceso a los beneficios del interiorismo, mejorar su ambiente, su medio de desarrollo, su medio de convivencia, pero estamos en el momento preciso. Lo decían muchos críticos hace 15 años, de todas las ramas del diseño, el interiorismo es el que más desarrollo tendrá en los siguientes 50 años, y estamos en esa parte. Por eso, como arquitecta de interiores no promuevo un estilo llamado Beata o Nowicka Studio, yo desarrollo las respuestas para las necesidades concretas, con un hilo sensorial, sin repetir esquemas, y esa es la esencia de la profesión.