Por: Arturo Emilio Escobar @AEmilioEscobar
Impulsar a jóvenes
talentos, promover sus colecciones, curar exposiciones y vender, vender a todo
el mundo lo bien hecho del diseño mexicano es labor de la Galería Mexicana de
Diseño, cuya directora, Carmen Cordera, asegura: “El diseño en México ha
tenido un apogeo, realmente está en un momento de crecimiento, cosa que no
existía hace 20 años. Hay muchos diseñadores emergentes, pero lo que pretendemos
es que éstos tengan la calidad necesaria para comercializar y vender sus
productos”.
Carmen Cordera, en conjunto con Caterina Moretti (PECA),
realizó una selección de jóvenes diseñadores de Guadalajara y otros de la
Ciudad de México para conformar “Paralelo”, una muestra con mobiliario,
accesorios, textiles, arte, joyería y complementos de casa. En la inauguración
de la exposición conversé con Carmen Cordera sobre la renovación de su trabajo
y el de la Galería.
¿Qué cualidad agrupa
a los 30 diseñadores que integran Paralelo?
Yo siento que lo más importante es que tienen una
excelente manufactura, porque diseño es sinónimo de calidad, y desde luego al
exhibir sus productos también pretendemos enlazar a estos jóvenes diseñadores
con talleres o fábricas, ya sean de aquí o de Jalisco, para que puedan producir
sus cosas en serie.
El que exista una tienda multi marca, sin temor a decir
tienda, como la Galería Mexicana de Diseño les da la oportunidad de tener desde
ediciones limitadas como lo que presenta
Emma Gavaldon van Leeuwen y Leda Monseva, con su ejercicio de vidrio soplado
hecho en San Miguel de Allende, hasta piezas en serie desde el punto de vista cien
por ciento artesanal.
El impulso más fuerte
se hará en lo que se está producido en México.
Después de tanto tiempo estamos viendo hacia dentro, en
este momento la Galería sólo tiene una pequeña sección de diseño internacional,
y todo lo demás son muebles, textiles, accesorios, complementos, iluminación,
joyería y obras de arte que se están produciendo en el país.
Con 23 años de
trayectoria ¿qué no repetirías? Si pudieras decir algo que hoy ves como una
equivocación.
Hay varias cuestiones, por ejemplo, tener un espacio
demasiado grande de exhibición como el que teníamos antes, o hacer exposiciones
de una sola persona porque ya no va con lo que pensamos y hacia donde queremos
conducir el diseño. Ya no se trata de exhibir piezas como una galería de arte,
sino más bien integrarlas en ambientes como los podrías tener en tu casa.
Promover colectivos
de diseño es ser más incluyente, sin duda, pero el propósito también es que
todos ganen.
Como diseñador sí te tiene que costar un poquito estar en
las exhibiciones, porque creo que las ferias emergentes como La Lonja Mercantil
o Bazar Fusión son buenas para atraer nuevos talentos, pero en esas ferias los
diseñadores sí pagan una buena cantidad de dinero por estar ahí. ¿Cuánto
invertir? es decisión de cada quien, lo importante es construir un círculo virtuoso
donde todos invierten algo, donde todos ganan, donde entre todos hacen economía
en torno al diseño.
Claro, impulsar el
diseño no es un acto altruista, porque hay que pagar las cuentas, administrar
los servicios, montar una exhibición, hacer una promoción, apoyar el talento
pero cobrar lo justo.
Hay que ser exigente con el diseño que uno promueve, y la
inversión de los diseñadores debe ayudar a costear la difusión, promoción y
demás. Yo he sido como el Rey Midas del diseño, donde he promovido y promovido hasta
que se agotó el capital.
Pero Carmen, eres como
el ave fénix, con carácter para seguir otros 20 y más años.
En esta etapa lo que pretendemos es regenerarnos a la
manera “Less is More” y seguir de la mano con los diseñadores, ser exigentes,
porque a mí sí me apasiona mucho el quehacer del diseño. No pretendemos ser la
tienda de un Museo donde hay nueve mil novecientos objetos, queremos ser
selectivos, como por ejemplo ahora
que sólo tenemos una vitrina de joyería diseñada por Marta Carmela Sotelo,
de esta manera sí les damos su lugar a los autores.
En México hay varios Colectivos
de Diseño y están formándose más. ¿Está bien que los diseñadores combinen su
individualidad con lo grupal?
Hay muchos chicos que se unen entre ellos para poder
hacer más cosas, lo cual está bien, porque hacen una marca de ellos mismos,
como Panorámica por ejemplo, y eso es muy bueno. Además, en esos colectivos el
diseñador no pierde su individualidad, entonces una tienda puede tener piezas
de Nel y al mismo tiempo vender objetos de Cecilia León de la Barra o de Héctor
Esrawe.
¿Qué lectura nos
brinda Paralelo?
Aquí lo que buscamos es que todos los diseñadores fueran
prácticamente nuevos, puestos en escena. Fábrica México, por ejemplo, fue lo
que nos llevamos a Dubai, con los precios más altos de toda la exposición pero
de una calidad bastante superior, en este caso calidad y precio son sinónimos.
Este rescate de la parte artesanal es una realidad, todo
el mundo está haciendo cosas artesanales, porque controlan mejor la producción.
Yo siempre he comentado que el artesano sin el diseñador va a seguir haciendo
las mismas cosas, pero, aunque puedan ser objetos funcionales, sin el ojo del
diseñador que tiene una cultura distinta es muy difícil lograr diseño
auténtico.
¿Para sentirse
identificado con un diseño qué recomiendas?
Yo creo que es muy importante que cuando alguien se
acerque a un producto conozca su historia, quién lo hace, cómo lo hace, qué
piensa el diseñador.
¿Hoy es igual de
difícil que hace una o dos décadas poder destacar en el diseño siendo mexicano?
Como en su momento lo vivieron Héctor Esrawe, Ezequiel Farca o Emiliano Godoy, cuando
empezaron a destacar por su esfuerzo y compromiso por reivindicar el diseño en
México.
Hoy justo lo platicaba con Caterina, y sí efectivamente Héctor
Esrawe, Ezequiel Farca o Emiliano Godoy son los pilares del diseño
contemporáneo en México y les ha costado trabajo, incluso les ha costado
trabajo encontrar esa individualidad. Nosotros en la Galería Mexicana de Diseño también estamos
haciendo proyectos de interiorismo, oficinas y casas donde lo más interesante
es mezclar cosas de todos, de diseñadores consolidados y nuevos, porque en la
diversidad está el gusto.
Pero estos tres
diseñadores son casos excepcionales, “garbanzos de a libra” con talento para
diseñar, producir y vender bien sus ideas.
Hay que ser realistas no todos pueden ser empresarios.
Héctor, Emiliano y Ezequiel son diseñadores y empresarios, pero no todos
generalmente tienen esa capacidad. Yo siempre he dicho que ser diseñador,
productor y comercializador no funciona, porque si haces algunas cosas dejas de
producir otras. Mi recomendación es enfocarse en algo, elegir: si eres
diseñador explora, busca una liga y busca quien te lo puede producir, después
ves cómo lo comercializas.
Y la nueva Galería
Mexicana de Diseño ¿Qué quiere ser?
Nosotros estamos casi listos para ser una buena
comercializadora de productos de alta calidad de diseño e incluso exportar. Es
muy distinto que Galería Mexicana de Diseño exporte y mande un contenedor con
toda la colección, a que cada diseñador envíe sus piezas por separado, porque
es más caro y hay más riesgos.
Como experta de
diseño ¿te interesa seguir haciendo curaduría?
A mí me dicen que hay una sola curadora de diseño, la
verdad no sé, pero aquí he curado 153 exposiciones, entonces, por supuesto que sé
hacer curaduría.
Como curadora y
promotora más de 20 años de riguroso trabajo te respaldan. Es innegable, has
impulsado a mucha gente, a varios diseñadores que hoy son cotizados.
Así es, pero yo sé trabajar, y lo seguiré haciendo como
en todos estos años, por eso precisamente me acaban de hacer una solicitud para
hacer una curaduría. Y en eso estoy porque finalmente la estructura de mi
tienda, la comercialización, la puedo dejar establecida y tener tiempo para
otros proyectos que me gusten.
Has llevado a la
práctica y probado cien veces tu conocimiento en diseño pero ¿Por qué existe
ese vacío o desconocimiento de que tienes la capacidad?
Habrá quien crea que ni siquiera soy diseñadora, pero incluso
en Paralelo expongo una de mis piezas. Si no fuera diseñadora no tendría ese
ojo para reconocer el talento. Aunque no se trata de la empresa, es una
apreciación que pueden tener de mi persona, pero individualmente puedo hacer
muchas cosas, y hoy me propongo exportar, tener diferentes tiendas, un centro
importante de diseño en San Miguel, hacer curadurías y dedicarme más a mi
esposo y mi familia.
La diseñadora Carmen Cordera
Galería Mexicana de Diseño
Anatole France 13, Chapultepec
Polanco, México DF.
Retrato: Arturo Emilio Escobar, y fotografías: Lorenzo
Díaz
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