Mi experiencia participando en Design House 2013



Por: Mariangel Coghlan  @CoghlanM
Podemos soñar con atrapar una nube en nuestras manos, con sujetar el mar en una cubeta, con describir toda la felicidad del mundo en una carta… son solo sueños. Palpar el diseño de México en una sola casa, sí es realidad; eso es Design House 2013 (DH).





Hace cinco años recibí una invitación para la primera edición de Design Week México (DWM).Sabía que este tipo de acontecimientos se realizan en otras partes del mundo, y en México era la primera vez; con el transcurrir de los años se ha consolidado más el proyecto y se han sumado una gran cantidad de eventos.

De todo lo que ocurre en esta semana del diseño, y que desde el principio me ha atraído más es Design House. Me parece una propuesta sumamente interesante, y una gran oportunidad de conocer y sentir los espacios diseñados por diferentes creativos. Desde la primera vez que estuve en una Design House acaricié la idea de tener la oportunidad de intervenir un espacio en un proyecto como este. Finalmente, este año, llegó la oportunidad y el honor de participar en este quinto aniversario en “La Casa”.

Sobra decir que cuando recibí la invitación comencé a imaginar todo lo que me atraía realizar de diseño: imaginé una gran sala, el comedor, luego una terraza o recámara, tal vez un cuarto de bebé o, por supuesto, la biblioteca. Pensaba que cualquiera de estos espacios me emocionaría y que podría crear algo original y muy “diferente”. Cuando fui a la reunión a la que nos convocaron para conocer la casa y me indicaron que mi espacio era la cocina, de momento sentí un poco de susto. No es que desdeñe las cocinas, de hecho me fascinan (justo hace un par de meses diseñé y fabriqué una cocina nueva para la casa en la que vivo), pero ciertamente no es mi ámbito más común de trabajo.


Después de unos instantes de reflexionar, y darme cuenta de que me había imaginado prácticamente cualquier espacio de una casa menos la cocina, sentí una gran emoción y una enorme responsabilidad para aportar algo creativo y audaz; empecé a imaginar el concepto del diseño y vinieron a mi mente varias imágenes de lo que me gustaría realizar.

Andrea Cesarman (coordinadora y organizadora de DH) me presentó a Ricardo Fuentes de Porcelanosa; empresa que sería la patrocinadora de la cocina. Esto fue, nuevamente, otra sorpresa puesto que lo que yo había pensado era algo hecho en México, y si la cocina se fabricaba en España, ¿cómo sería mexicana? Sin embargo, en cuanto miré el catálogo, rápidamente me encantó la idea pues presentaba una gran variedad de acabados con los que podríamos jugar. En ese momento, con Ricardo y Angie; diseñadora de mi equipo, comenzamos a diseñar lo que queríamos hacer.

Definimos la idea, los colores, el modelo, la distribución... Vimos una y otra vez el espacio y solicité que nos dejaran también hacer el pantry; luego recorrimos toda la casa para empaparnos de su sabor y esencia, y salimos muy entusiasmados de lo que podríamos realizar. Con el proyecto ya definido nos avisaron que lo que seleccionamos no sería posible fabricarlo, pues los tiempos no alcanzaban; una vez más replanteamos el diseño conforme a las posibilidades con las que contábamos.

El proceso de la obra fue muy interesante, sobre todo por los cambios tan drásticos que fue sufriendo la casa. Día a día descubríamos, como si fuera un cuerpo orgánico, nuevas posibilidades que ofrecía cada espacio. El intercambio con todas las diseñadoras fue, en verdad, muy enriquecedor.


La semana pasada fuimos convocadas a una cena en la casa, prácticamente todos los espacios ya estaban listos. El área de la cocina estaba completamente transformada; después de haber demolido, rehabilitado la instalación eléctrica, resanado, pintado, aplicado los Effex de Comex, llevado el mobiliario y accesorios, aun nos hacía falta que llegara la cocina para integrar todo.

Ese día, además de sorprenderme por la transformación de la casa, me conmovieron especialmente las palabras de Andrea, sobre todo por su sencillez y calidad; considero que el trabajo que ha realizado en estos eventos es algo maravilloso y, definitivamente, formar parte de esta odisea me llena de orgullo.

Considero que hay espacios que, por las soluciones que ofrecen, son realmente memorables. Uno de mis consentidos es el recibidor de Elsa Ojeda; simplemente me parece magistral lo que hizo, en tan pocos metros cuadrados logro un espacio verdaderamente mágico.

Otro de mis favoritos es, sin duda, el comedor. Con una propuesta audaz y muy interesante, considero que María Laura de Esencial aporta un concepto muy atractivo y acogedor; el tratamiento de las plantas en el plafón, el espejo que se integra al espacio y las luminarias sobre la mesa, me parecen un gran acierto.


La recamara del bebé de Lorena Vieyra es encantadora; el concepto de integrar piso, muro y plafón con polines de madera logra un efecto muy acogedor, el diseño de la cuna y la iluminación, son realmente atractivos.

La sala de Andrea ofrece una propuesta y un concepto muy entrañable: enmarca la historia de la casa; la nostalgia del pasado en el devenir del presente; tranquilizante, sugestivo, hermoso.

El desayunador de Claudia García de Weekends es un lugar verdaderamente atractivo, sus estantes llenos de piezas del recuerdo, magistralmente colocadas y agrupadas dan una sensación muy cálida.

Considero que este ejercicio ha sido sumamente enriquecedor para todas las participantes. De cada espacio hay propuestas de las que se puede aprender, la oportunidad de experimentar libremente con los espacios para plasmar la personalidad de cada quien es sin duda una experiencia que nos ayuda a ser mejores diseñadoras, mejores profesionistas, por lo tanto mejores personas.


El cuidado de los detalles es una constante en la Design House, y no quiero dejar de compartirles uno que me cautivó. En la recámara principal de Erica y Ofelia, muy agradable y bien lograda, se tomaron el tiempo y el cuidado de escoger, con sumo rigor, hasta el texto de una carta que se encuentra en el escritorio. Las grandes obras son el resultado de la suma de muchos pequeños detalles.

Lo rosa, lo negro, lo permanente, el pasado, el futuro, lo retro, el pop, lo clásico… ¿cómo se condensa el diseño de México en un solo punto? ¿El diseño de interiores, el diseño industrial, el diseño espacial, el diseño gráfico, el diseño integral, el arte nacional?… La respuesta es: Design House 2013.

La casa permanecerá abierta hasta el 28 de octubre. ¡No se la pueden perder!

DESIGN HOUSE 2013
Dirección: Rubén Darío 157, Polanco
Donativo: $100 para las fundaciones En Nuestras Manos y Pro Mujeres Cautivas.

Horario:
Lunes a viernes de 10:00 a 19:00 hrs.
Sábado y domingo de 11:00 a 18:00 hrs.

Fotografías: cortesía Mariangel Coghlan


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Temas

Archivo