El trabajo de Harry Weese ha sido poco
estudiado. Opacado por algunos de sus contemporáneos, las obras de este notable
arquitecto norteamericano han recuperado interés conforme el tiempo ha probado
valiosas sus soluciones, son sus edificios los que han validado sus
exploraciones.
En lo personal, el trabajo de Weese llamó
mi atención al conocer el metro de Washington, uno de los pocos que resuelve
con una enorme monumentalidad sus espacios y que guarda congruencia a lo largo
y ancho de todas sus líneas en toda su extensión.
Este trabajo le implicó más de 30 años de su
carrera. Comisionado en 1966, vio su primera operación en 1976 y continuó
expandiéndose por varios años. Me parece sobresaliente el haber creado una
arquitectura subterránea que congraciara con los enormes ejes de la
urbanización de la capital norteamericana y que a la vez respetara los
tradicionales cánones que proponen la mayoría de los edificios históricos de
esta gran urbe.
Por supuesto, el trabajo del arquitecto
Weese es mucho más complejo —originario de Chicago— ciudad donde construyó la
mayor parte de sus proyectos, tuvo la oportunidad de probarse en construcciones
tan diversas como son templos religiosos y las prisiones. De esta última
tipología construyó la única cárcel, en el centro urbano de una ciudad como
Chicago, resuelta dentro de un rascacielos.
Encuentro siempre refrescante leer
monografías de personajes que han sido estudiados poco y de los cuales, al
contrario de otros, no sobran volúmenes. Es evidente cuanto falta aún por hacer,
por reconocer las soluciones arquitectónicas valiosas construidas en el periodo
del modernismo.
The Architecture of Harry Weese
Con textos de Robert Bruegmann y Kathleen Murphy Skolnik
2010 W.W. Norton & Company, Nueva York
ISBN: 978-0-393-73193-4
239 Páginas
Es muy interesante el gtrabajo de Weese, ya que el adapta su arquitectura al entorno y no comete el error de muchos arquitectos de querer adaptar el entorno a la arquitectura, creo que esa es la clave de su exito. Saludos
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