podio: Anagrama crea un lúdico paisaje interior: Niños Conarte

Por: Arturo Emilio Escobar @AEmilioEscobar

Uno de los relieves montañosos que aportan más identidad y carácter a su contexto es el de Monterrey, la tercera ciudad más grande en México que se distingue por su cultura con enfoque industrial.

En el corazón de la urbe regiomontana está el Parque Fundidora, previamente Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, y ahora enaltecido como Museo Sitio de Arqueología Industrial y patrimonio del estado. El parque cuenta con amplios jardines, museos, centros de convenciones, auditorios, un parque de diversiones y centros culturales como Conarte: Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León.

Recientemente Conarte contactó a la firma Anagrama: Brand Intelligence Group con la misión de diseñar un espacio que fomentara la lectura y el aprendizaje para niños. Como la biblioteca y el centro cultural infantil se albergarían en una antigua nave de ladrillo y fierro considerada patrimonio del Estado, no debían intervenir en su estructura, pero sí, de alguna manera, enaltecerla.

Plataforma de lectura

El resultado es una plataforma dinámica, asimétrica y multiusos que rememora la topografía montañosa de Monterrey. Los libreros, por ejemplo, cumplen la doble función de guardar y habitar, constando de un espacio didáctico que impulsa la imaginación. El vanguardista, brillante y colorido diseño de la plataforma hace una gran yuxtaposición con el edificio antiguo e industrial, enalteciendo ambas pieles, texturas e historias, promoviendo de una manera única la cultura con diversión.

Los socios fundadores de Anagrama son los diseñadores Gustavo Muñoz, Mike Herrera y Sebastián Padilla, quienes, en entrevista, comparten con nosotros por qué el intercambio de ideas y el diseño son su constante fuente de inspiración. Al conciliar enfoques opuestos y entender nuevas perspectivas es como han encontrado el éxito en numerosos proyectos, como el de Niños Conarte.

Sala cultural y teatro

Al ser una firma internacional de Branding ¿Cuál es su espectro vivencial, mapa mental para intervenir un espacio arquitectónico?
Nos gusta ver los proyectos como un todo, lograr un concepto rector donde la experiencia del usuario sea afectada por diferentes disciplinas que ayuden a lograr una total inmersión dentro de un concepto o mensaje.

¿Monterrey ha sabido aprovechar e impulsar los talentos jóvenes en diseño gráfico e industrial, así como en arquitectura?
El diseño gráfico es mucho más rápido que el arquitectónico, se ejecuta y se completa un proyecto con mayor rapidez. El nuevo boom de diseño gráfico regio probablemente también vaya a repercutir en otras disciplinas como diseño industrial y arquitectura, pero de momento no es así… tal vez porque es más lento el proceso, suponemos que es cuestión de sentarse a esperar para que los despachos jóvenes de arquitectura empiecen a rendir frutos.

¿Cuál es su lenguaje cognoscitivo?, ronda en el arte, en la instalación, en lo paramétrico?
Realmente lo que buscamos en cada proyecto es resolver, de manera primaria, un tema funcional y en segundo plano uno de comunicación; donde el espacio o el diseño produzcan un diálogo. En tercer lugar está lo emotivo, donde la creación que hacemos además de funcionar y expresarse mueva los sentimientos de las personas con quienes interactúa. Esto va desde el diseño de una App para iPhone hasta el de un edificio.

Detalle de la plataforma y nichos para colocar libros

¿Romper con la planimetría es una herencia de la cultura regia?

Quizás estar constantemente rodeado de montañas te invite a explorar más soluciones donde se rompa la planimetría.

¿El límite visual, la experiencia y lo superficial existe en su gráfica, en su branding y en sus intervenciones del espacio?

Obviamente hay ciertas limitantes en cada proyecto y sobre todo en proyectos arquitectónicos, pero somos diseñadores que damos un servicio integral de solución de problemas, por lo tanto las limitantes (con sus debidas proporciones) son nuestra guía a la hora de resolver cualquier diseño.

¿Cuál fue el límite entre contenedor y contenido en la obra Niños Conarte?
El espacio funciona como contenedor, porque guarda un acervo cultural, espacio para exhibiciones y talleres. Pero el espacio también agrega contenido al usuario, porque es muy plástico, es una metáfora de montañas, tiene formas y colores muy protagónicos y divertidos. Lo que buscamos es que el espacio invite a los niños a descubrirlo.

No queríamos hacer una caja que guardara libros, para eso tenemos las otras bibliotecas públicas. En este espacio queríamos lograr que los niños se sumergieran en una “aventura” al visitarlo.