Por Rafael Bautista
La parrilla como arte, es una premisa que ha acompañado a Querrevé desde 1980. El concepto del taller fue crear un espacio retomando los orígenes con connotaciones arcaicas traducidas de forma tangible por materiales básicos, expuestos de forma natural y aparente. La materialidad se expresa con pisos y losas de concretos pulidos, hojas de lámina, los muros visten block aparente y en ocasiones el uso de papel tapiz dan alusión a la vegetación de la zona.
En el primer nivel un aparador de herrería con lámina y vidrio viste la fachada bajo un plafón de madera Macuili que es típica de la región. De lado derecho se encuentra la boutique de carnes y del izquierdo, la tradicional parrilla de hierro, que invita al peatón a entrar al restaurante donde pueden ser testigos de cómo se transforma el producto clave en una experiencia gastronómica.
El acceso está enmarcado con el nombre del restaurante grabado en una placa de parota. Al ingresar se encuentra el área de bar sobre un firme de cemento pulido. Como elemento protagonista se desplanta la barra rústica que se reviste con troncos de madera representando pilas de leña. De la mano de una contrabarra se realza la exhibición de las botellas de licor. Este elemento fue fabricado a doble altura para que se aprecie en ambos niveles del restaurante. La cava está diseñada con un patrón de celosía a base de block aparente, combinándose con un papel tapiz con motivos de vegetación para delimitar y enfatizar de manera visual el área de comensales con mobiliario.
El uso de madera de parota está dispuesta en las mesas donde dan un toque acogedor con sillas tejidas artesanalmente. Las paredes lucen cuadros de bovinos de estilo abstracto que representan la materia prima del restaurante. La iluminación es generada mediante luminarias colgantes tipo industrial que se caracterizan por sus detalles en color bronce y pantallas de vidrio.
De manera paralela a la contrabarra, se ubica la escalera de conexión al segundo nivel, que recibe al usuario con un vestíbulo conformado por muros con espejos, luces, marcos y firmes de madera Macuili. Para la adaptación de este nivel se construyó un tapanco con la limitante de la altura, optando por un sistema constructivo de estructura metálica para liberar espesores y crear un escalonado, logrando ampliar la terraza y generar un mayor volumen de comensales, misma que se conecta al interior con un ventanal de herrería, cristales texturizados y transparentes.
El uso de este tipo de acabados cede una sensación de ambiente relajado, los diseños con objetos antiguos evocan elementos de la vida cotidiana del campo.
*Con información cortesía de Taller 1 MX
Fotografía: Tamara Uribe Photography
www.taller1.mx
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