“Básicamente la arquitectura es un contenedor... Yo espero que se disfrute no tanto la taza, como el té que contiene”. Yoshio Taniguchi.
Por Carlos Carreño
TW: @BcaCarreno
IG: @bcacarreno
El contenedor en el que vivimos ha sido seriamente cuestionado después de estar en confinamiento, pareciera que el interiorismo —el té de la arquitectura— se abre camino en una larga fila de prioridades por resolver en una vivienda. El encierro provocado por la pandemia ha puesto al diseño emocional hoy en la primera línea y con más sentido que la tendencia de “hacer ciudad”.
De acuerdo con datos oficiales hay millones de personas que carecen de una vivienda adecuada, un poco más del 20% de la población. El #quedateencasa definitivamente no es lo mismo para todos.
Hace más de 15 años Donald Norman planteaba que la relación emocional es más importante que la parte práctica y que los diseñadores debemos tener en cuenta eso al pensar en nuevos productos, espacios o servicios. La finalidad del diseño emocional “es que nuestras vidas sean más placenteras” basándose en que “los objetos atractivos funcionan mejor”, se viven mejor al crear un vínculo emocional con ellos.
“Ya es hora de reenfocar las cosas y pasar de diseñar cosas prácticas (funcionan bien, se entienden bien) a productos y servicios que se disfruten, que reporten placer y hasta diversión”.
El Sars-coV2 ha afectado nuestra normalidad, ha servido de catalizador de tendencias que ya estaban sobre la mesa como la psicología ambiental, la biofília o la neurociencia aplicada.
No sabemos cuál será la próxima crisis sanitaria que enfrentaremos ni cuándo, pero es muy probable que nuestra casa será el primer lugar en donde nos refugiaremos y hoy nos hemos dado cuenta de que nuestros espacios no están acondicionados para ello y que no debemos regresar a modelos anteriores donde la atmósfera creada era sólo una consecuencia arquitectónica.
Hay una oportunidad a partir del confinamiento de repensar nuestros espacios a través de las historias y emociones generadas desde el interior. La vivienda debe ser un contenedor de emociones, ese refugio perdido que hemos abandonado.
Casa Callejón |
TW: @BcaCarreno
IG: @bcacarreno
El contenedor en el que vivimos ha sido seriamente cuestionado después de estar en confinamiento, pareciera que el interiorismo —el té de la arquitectura— se abre camino en una larga fila de prioridades por resolver en una vivienda. El encierro provocado por la pandemia ha puesto al diseño emocional hoy en la primera línea y con más sentido que la tendencia de “hacer ciudad”.
Tal vez no ha sido de manera intencional, pero progresivamente nos robaron la esencia del refugio en nuestras casas, la vivienda hecha y pensada en serie ha desencadenado emociones ligadas a la frustración, la tristeza, la ansiedad y la inseguridad. “La casa se convirtió en un objeto y no en un lugar”, como dice el arquitecto Oscar Hagerman, una estación de servicio donde solo llegábamos a dormir, a cargar gasolina y continuar al otro día.
Casa Callejón |
De acuerdo con datos oficiales hay millones de personas que carecen de una vivienda adecuada, un poco más del 20% de la población. El #quedateencasa definitivamente no es lo mismo para todos.
Eduardo By Robert Beliczay |
Diseño Emocional
Hace más de 15 años Donald Norman planteaba que la relación emocional es más importante que la parte práctica y que los diseñadores debemos tener en cuenta eso al pensar en nuevos productos, espacios o servicios. La finalidad del diseño emocional “es que nuestras vidas sean más placenteras” basándose en que “los objetos atractivos funcionan mejor”, se viven mejor al crear un vínculo emocional con ellos.
Hide And Seek by Denise Kwong |
“Ya es hora de reenfocar las cosas y pasar de diseñar cosas prácticas (funcionan bien, se entienden bien) a productos y servicios que se disfruten, que reporten placer y hasta diversión”.
El Sars-coV2 ha afectado nuestra normalidad, ha servido de catalizador de tendencias que ya estaban sobre la mesa como la psicología ambiental, la biofília o la neurociencia aplicada.
Isolation by Agnieszka Pasko |
CONTENEDOR DE EMOCIONES
Al diseño. Se ha desatado la reflexión acerca de la interpelación entre los espacios físicos y los estados mentales en los interiores.
Al diseño. Se ha desatado la reflexión acerca de la interpelación entre los espacios físicos y los estados mentales en los interiores.
Paraísos siniestros by Jorge Taboada |
No sabemos cuál será la próxima crisis sanitaria que enfrentaremos ni cuándo, pero es muy probable que nuestra casa será el primer lugar en donde nos refugiaremos y hoy nos hemos dado cuenta de que nuestros espacios no están acondicionados para ello y que no debemos regresar a modelos anteriores donde la atmósfera creada era sólo una consecuencia arquitectónica.
Santiago Windows By Felipe Burgos |
Hay una oportunidad a partir del confinamiento de repensar nuestros espacios a través de las historias y emociones generadas desde el interior. La vivienda debe ser un contenedor de emociones, ese refugio perdido que hemos abandonado.
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