Una solución funcional que conecta con los habitantes y los invita a convivir en un ambiente seguro y muy estimulante.
Un concepto brutalista de estilo urbano con materiales
crudos y aparentes, con toques de color inspirado en las calles y rincones del
barrio de Brooklyn en Nueva York, se materializa en el área de amenidades que
diseñaron y construyeron para Barrio W, un complejo de usos mixtos al centro de
la ciudad de Monterrey.
El proyecto consta de dos niveles, los pisos siete y
ocho del edificio, que contienen las áreas comunes de una de las torres de
departamentos del complejo incluyendo un laboratorio culinario, cuarto de
juegos, gimnasio, cine, cowork, ludoteca, área de entretenimiento y la zona de
la terraza y la alberca.
Para la distribución de ciertos sitios se tomó como
guía el proyecto conceptual original realizado por otra firma local, además de
respetar algunos elementos de dicha propuesta que fueron solicitados por el
cliente. En la zona de lobby de cada nivel de amenidades se incluyeron una
serie de bastidores con el objetivo de crear un espacio que genere el concepto
de barrio, en donde los habitantes de la torre puedan exponer sus propias obras
de arte y realizar eventos culturales para integrar a la comunidad.
En el primer nivel de amenidades se encuentran el
laboratorio culinario, el cuarto de juegos y el gimnasio, que conectan
directamente a la terraza. Es uno de los espacios que más entusiasmaron al
cliente debido a una experiencia personal que tuvo durante un viaje y que
quería compartir con los habitantes de la torre, aquí se incluyen cocina y
barra fabricadas en loseta de cemento con detalles en color azul, haciendo
referencia a la talavera de la propuesta conceptual original.
El cuarto de
juegos incluye sala de televisión, juegos de video, mesa de futbolito y mesa de
póker, y conecta al fondo con el cine y el gimnasio. En el área de terraza se
ubican los asadores diseñados a la medida con un juego de ventanas en ladrillo
y barra en terrazo, cada uno complementado con comedor de exterior. Los juegos
infantiles que funcionan como un divertido circuito recreativo, un espacio de
descanso con sillones y columpios, área de mascotas y la alberca.
El segundo nivel abre hacia un área de estilo informal
que conecta con los demás espacios comunes: la ludoteca, para la que se diseñó
y fabricó todo el mobiliario, incluyendo la casa de juego con resbaladilla, las
gradas, la pequeña biblioteca y los espacios para juego didáctico.
El cine,
estructurado como una gran escalinata hacia abajo con cojines de colores
envuelta en paneles acústicos; el área de entretenimiento con juegos de mesa y
un espectacular espacio de biblioteca con un librero diseñado a la medida en
varilla corrugada aparente que enmarca las vistas hacia la ciudad. El cowork —en
donde también se diseñó y fabricó todo el mobiliario— equipado con escritorios
compartidos, cabinas telefónicas con paneles acústicos y una pequeña sala de
juntas.
Fotografía: Dove Dope
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