Proyecto ganador de la categoría Oficinas mayor de 300 m2 del XI Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA.
Para este proyecto, se propuso un diseño moderno e industrial pero elegante con toques de
color que respondieran a la identidad de la firma. El espacio consta de una sala de espera, un área de trabajo para seis personas, una
sala de juntas, una cocineta y una oficina de dirección, con circulación y baños;
áreas que cubren con las necesidades, expectativas y gustos de los integrantes
de la empresa.
En principio, el espacio estaba completamente abierto por lo que se tomó la decisión de realizar la menor cantidad de
divisiones de muros posibles para poder aprovechar al máximo la entrada de luz natural y la ventilación que ya estaban dadas por cuestiones arquitectónicas. También se buscó crear espacios cálidos y muy
confortables para trabajar con suficiente luz artificial y en un mobiliario especial para dicho uso.
El protagonista de la oficina es un lambrin que se colocó tanto en muros como en plafones.
Éste funge como el hilo conductor de todo el espacio, logrando la integración de cada área y al mismo tiempo, dividiendo las zonas privadas que lo requerían.
El grado de innovación y la diferencia
competitiva del proyecto residen en el empleo de celosías y ventanales con
películas inteligentes como elemento divisorio de espacios pero
sin desconectarlos, dejando pasar la
luz pero creando áreas de privacidad donde se requiere.
Fotografía: Leonardo Palafox
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