En uno de los barrios con mayor crecimiento en los últimos años en la Ciudad de México, surge este proyecto en una esquina de la Avenida Irrigación. Su ubicación, poca densidad y el programa de necesidades del cliente hacen de éste un producto muy interesante en su conceptualización.
Localizado en un predio pequeño de 216 m2, que tiene la ventaja de contar con dos
frentes y un programa de tan solo tres departamentos habitacionales. El proyecto se destaca por sus líneas muy claras, una intención muy
limpia de elementos y a su vez, una presencia muy fuerte en el contexto.
El uso
del concreto enduelado aparente sobresale en el basamento y en algunos de los
muros estructurales que se elevan a través de los 3 niveles del edificio. Cabe
subrayar el uso de pocos materiales en la totalidad del proyecto: concreto como
primario, block negro aparente y herrería son los elementos que destacan a lo
largo de sus dos fachadas principales.
Sobresale el núcleo de circulaciones verticales, un elemento divide a los 3 volúmenes
del edificio en fachada y le da juego a las diferentes perspectivas. También
se hace referencia a la ventilación natural del espacio resaltando la
ventana continua vertical como resultado de una extracción del volumen
original.
Una parte fundamental del proyecto es el aprovechamiento de
los espacios interiores, prácticamente todos los baños cuentan con iluminación
y ventilación natural, así como todas las recamaras y espacios habitables
logrando el confort que buscaba el cliente. Algunos espacios se complementaron combinando con los materiales sobrios con toques de vegetación.
El proyecto también cuenta con un sótano, medio nivel por debajo
de la banqueta, donde se encuentra el acceso vehicular, el estacionamiento, un
espacio para vigilancia las 24 horas del día y un espacio de usos múltiples para
los condóminos.
Fotografía: Herman Schumacher / Mauricio Salas
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