Esta residencia honra y respeta a la tierra, oculta entre la vegetación del desierto se transforma con el paisaje cada temporada de lluvias. Sumergida en el terreno, modifica la percepción al habitarla, configurando un espacio discreto y silencioso.
Las vistas libres hacia el desierto y el mar en la lejanía,
hace que te encuentres en espacios que sortean e integran la vida botánica en
el sitio. Casa Nivana es un homenaje a los padres de nuestra clienta,
representados por dos cardones ubicados junto a la alberca, que hacen
referencia a la vida marina de su padre.
Ubicada en medio del desierto, entre Cabo San Lucas y La
Paz, su parte alargada está orientada hacia los vientos favorables del
Pacífico, mientras el lado angosto, y cerrado, recibe el calor de la
insolación. Una de las principales estrategias consistió en generar visuales al
atardecer, impresionantes en esta zona.
El programa se divide en dos áreas, la privada compuesta por
la sala, cocina, comedor exterior y la habitación. En el área pública, dividida
por un pasillo exterior, se encuentran otras dos habitaciones, cada una con un
baño, proyectadas para ser ocupadas para residencias de artistas. El aspecto
escénico, dado por la vocación musical de nuestra clienta, se desarrolla en la
losas voladas y transitables, en donde se puede ofrecer un concierto musical
con vista al atardecer.
A su vez la casa se puede convertir en ágora en sus
escalinatas en donde la tierra y su jardín botánico se convierte en el
escenario para la contemplación o algún performance. Para compensar la falta de
mano de obra y materiales de construcción en la zona, decidimos utilizar un
método de construcción sencillo y apto para la mano de obra local.
Estructuralmente la casa funciona con muros de carga y losas
reticulares, permitiendo librar grandes claros y aislarla térmicamente de la
insolación. Los muros se construyeron de block y cemento, en la casa no se
utilizó ningún tipo de pintura o recubrimiento cerámico, todos los acabados son
una mezcla de cemento con diferentes proporciones de tierra de barro natural.
Romper las barreras entre el espacio exterior del desierto y
el interior, fue una premisa de diseño, ya que como siempre afirmó la clienta
“todo es acerca de la tierra”. Casa Nivana responde al clima extremo de Baja
California y a su vez se integra con la naturaleza que la recibe y los
elementos emocionales que se encuentran en la memoria de su habitante. La casa
levita sobre la tierra, dados los amplios volados de las losas, y se posa de
forma delicada y contundente al fusionarse con el desierto que se abraza.
Fotografía: Miguel Angel Vázquez Calanchini / Bruno Calderón
Díaz de León
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