y Lorenzo Díaz @lorenzodiaz
Hemos identificado cinco tendencias clave durante nuestro recorrido, les compartimos nuestros hallazgos a continuación:
El uso de la tecnología para sorprender y divertir programando secuencias, fuentes de luz de las que no dejan ver de dónde viene ese haz que ilumina, formas orgánicas, geométricas es uno de los primeros aspectos que llamó nuestra atención.
El uso de baterías (con carga hasta de 20 horas) para lograr luminarios portátiles nos remite a los tiempos en que las antorchas, velas o candelabros eran transportados para lograr esa iluminación tan necesaria en todos los espacios con elementos independientes y portátiles.
En la iluminación técnica la miniaturización y casi desaparición de la fuente de luz sigue siendo el motor que guía a esta parte tan importante de la industria en la que destacan sobre todo luminarios para espacios exteriores.
Conjunto y grupos de luminarios, algunos inclusive programados en secuencia, crean grandes cardúmenes de luz que llenan techos y paredes. Elementos decorativos que escultóricamente colman espacios completos creando sanciones de luz plenas y de gran protagonismo.
Tal vez como nunca la tecnología ofrece enormes posibilidades para diseñar atmósferas integrales a partir de la luz y generar emociones con el solo uso de la iluminación.
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