Por razones políticas en 1925 la Bauhaus se mudó a Dessau. En este lugar los seguidores de la Bauhaus combinaron con mucho éxito sus ideas radicales para el diseño y la arquitectura, mobiliario y objetos cotidianos, con su entendimiento sobre música, danza y arte formando así un todo.
Su acercamiento a diseñar por entero el mundo habitable de la sociedad moderna también abarcó la pedagogía y una perspectiva sobre el físico y el trabajo en equipo.
Largamente acariciado, el sueño de conocer la Bauhaus de Dessau se hacía realidad. Aprovechando el centenario de su fundación hemos emprendido un viaje por las tres ciudades que fueron sede de la afamada escuela, con el fin de entender con detalle y profundidad lo que esta escuela significa para nuestra realidad.
Con un poco de planeación logramos asegurar un par de habitaciones en el edificio que alguna vez albergará a los estudiantes y fue así como pudimos pernoctar en los míticos estudios donde alguna vez vivieron los más destacados estudiantes y maestros del campus.
No es difícil, y sobre todo después de visitar este lugar, darse cuenta de la enorme vanguardia que el diseño y construcción de esta sede significó para la arquitectura y el diseño. El edificio es notablemente contemporáneo y, en parte gracias a la extraordinaria restauración y magnífico estado de conservación, la sensación al vivirlo es el de estar en un espacio que representa aún hoy en día ideas frescas y grandes objetivos.
Hacer de una de las habitaciones el espacio propio, aunque fuese por una sola noche, da una sensación de pertenecía única. Tratar de entender, alargando la estancia, la trascendencia de lo que ahí se enseñaba y lo que un puñado de talentosos jóvenes después sembraron a lo largo y ancho del mundo entero fue una experiencia muy enriquecedora.
Un ciclo completo con la luz de la tarde, la complicidad de la luna y un amanecer de primavera hicieron de esta visita una experiencia única.
Cortesía de Pablo Díaz. |
Cortesía de Pablo Díaz. |
Cortesía de Pablo Díaz. |
Cortesía de Pablo Díaz. |
Cortesía de Pablo Díaz. |
Cortesía de Pablo Díaz.
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