Para brindar una casa totalmente habitable a esta familia, se realizó un espacio para que la convivencia fuera el pan de cada día
Teniendo como reto la forma estructural del terreno, ubicado en León Guanajuato, el equipo de taller 5 solucionó la disyuntiva creando una casa con un volumen principal paralelo a las colindancias, lo cual brinda un ambiente cálido y de relajación permanente.
Debido a que la casa cuenta con tres niveles, en la parte más baja se optó por crear un sótano que conectara con el primer volumen. Ahí mismo se creó el vestíbulo y se adaptaron las escaleras para conectar con el segundo nivel — donde se ubican las habitaciones—, y un pasillo que comunica al segundo volumen, donde se encuentra el área de la cocina, comedor y sala, donde se percibe perfectamente el garaje a través de una de las grandes ventanas.
De
acuerdo con la solicitud del cliente, de tener losas inclinadas, las
volumetrías de la casa fueron seccionadas por un eje central, para permitir el
equilibrio total en las partes frontal y posterior. En el espacio que conecta a
ambas, se plantó un árbol —símbolo elegido por la familia— en un jardín
generado gracias a la apertura, del frente hacia la parte posterior.
En
el interior de la casa, destacan los grandes ventanales, de piso a techo, por
los cuales penetra una generosa cantidad de luz y permite la ventilación
natural de la misma, ornamentos que a su vez ofrecen una grandiosa vista del
valle exterior.
Esta
casa debía generar la mayor convivencia posible de la familia, por tal razón en
el tercer nivel se creó una terraza, brindando la solución arquitectónica
óptima para satisfacer el requerimiento principal del cliente.
Fotografías por Diego
Torres
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