La arquitecta Mónica Mancini compra mobiliario y objetos antiguos -bastante destruidos- y les cambia la imagen de manera radical
Hace un año, Mónica
Mancini llegó a México –ella es argentina y arquitecta- . En su país tenía una
empresa constructora, pero nunca había diseñado muebles. Entonces, puso manos a
la obra, empezó a comprar herramientas, alquiló un local en Pantitlán, una de
las colonias más antiguas del Distrito Federal, y contrató a un ebanista, un pintor
y con el tapicero negocia por proyecto.
Fue así como comenzó a comprar objetos antiguos -bastante destruidos- y emprendió la tarea de cambiarles la imagen con una idea en su mente: adaptar muebles viejos a un nuevo uso, armonizando materiales, colores, texturas y acabados.
“Reciclamos objetos y
mobiliario antiguo, y así les damos una segunda vida, un nuevo rosto, y en
ocasiones nuevos usos o funcionalidad. Estas transformaciones o metamorfosis
las hacemos a través de construir,
reparar, inventar, tapizar, pintar, decorar, arreglar, interpretar, rescatar, diseñar
e imaginar piezas bellas y únicas”, expresó Mónica Mancini.
Su primera colección de
muebles intervenidos “L'Aggiornata" -que en
italiano significa “la arreglada” o “restaurada”-, estuvo formada por 50 objetos en promedio, sin embargo, la arquitecta confesó
que fueron demasiados productos, y ahora ya redujo la cantidad porque el plan
es enfocarse en la comercialización para poder seguir haciendo muebles de autor.
En este sentido, en
agosto de 2013 comenzó a vender en el Bazar Fusión y hace dos meses abrió una
tienda en la calle Guadalajara número 65,
en la Colonia Roma Norte. Así mismo, está a punto de estrenar un nuevo
local en la Condesa.
“Lo que más me gusta es trabajar en el
taller con el ebanista y el pintor, poniéndole mano a los acabados. Aunque
también disfruto mucho la venta porque puedo platicar con las personas acerca
de cómo fui restaurando una pieza y también les digo que todos los muebles y
objetos pueden tener una segunda vida, que no los desechen”.
¿Su pieza favorita? Memoria de María, un ropero con dos corredizas que tenía la foto de María Callas en blanco y negro. Fue vendida en 11 mil 500 pesos.
Finalmente, la
entrevistada comentó que en México hay arquitectura, diseño e interiorismo de mucho
nivel, lo que se debe en gran parte a la existencia de muchísima mano obra, la
cual en su país es mucho más escasa.
Cunas para bebés |
Fotografías: cortesía
Studio Mancini
No hay comentarios:
Publicar un comentario