Su propuesta es integrar muros verdes y plantas de manera innovadora en las casas o departamentos donde hay poco espacio y presupuesto
Miguel Ángel Ramírez
viene de una familia de comerciantes donde siempre le dijeron: “Pon tu negocio
de lo que sea, pero ¡hazlo ya!”. Así que desde que era un niño ya vendía congeladas
y gelatinas fuera de su casa. Y cuando estuvo a punto de terminar su carrera pensó,
¿Qué voy a hacer? Los helados ya no eran opción.
Su papá fue jardinero,
tenían locales de flores y plantas en Calzada de Tlalpan y en Avenida San
Fernando, en la Ciudad de México. Pero, Miguel Ángel en lugar de estudiar
agronomía -o algo por el estilo- descubrió el diseño industrial. Hoy, ya suma
siete años con su proyecto Muro Cultivo, una compañía de jardinería
alternativa. ¿De qué se trata? En los departamentos o casas donde hay poco
espacio colocan plantas pero no de la manera tradicional sino que lo hacen por
medio de estructuras verticales y utilizan un sistema para reutilizar el agua. ¿Los
beneficios? Cultivar con estilo, dar un valor estético a tu cultivo, además de
sembrar tus propios alimentos, ayudar al medio ambiente, ahorrar agua y respirar
un aire más limpio.
“El método es innovador
pero sencillo porque hay muchos otros procesos en donde el área para la planta
discrimina la raíz, entonces, no funciona. Esa parte técnica sí tiene que darle
lo que necesita al cultivo”, explicó Miguel Ángel.
Los clientes de ahora no
sólo piden diseñar un muro verde o el huerto, también necesitan semillas, plantas
de ornato, plantas de sol y sombra, macetas, fertilizantes orgánicos, sustratos
especiales, así como asesoría especializada en jardinería.
El diseñador comentó que
en este negocio comúnmente engañan a las personas diciéndoles que “x” planta sí
crece, florece, da sombra, etc. Todo con el fin de vender más. “A nosotros nos
ha funcionado ser sinceros, preferimos la honestidad y vender realmente lo que
cada quien necesita. Los clientes están contentos”.
Además de vender
sustentabilidad, agregó, proveen bienestar porque cuando colocas una planta en
un espacio tienes calidad de vida, se crea otra sensación. “Me apasionan muchas
cosas de mi trabajo, entre ellas, ver la sonrisa y la sorpresa de un cliente a
la hora de pasar junto a una yerbabuena o de un jacinto lleno de aromas. Veo
que la gente aprecia esa tranquilidad”.
“Jardinera para Muro Verde”
es una pieza que cuesta 115 pesos y se vende a mayoreo en 90 pesos. “La idea es
que los interesados puedan adquirir varias de ellas para que diseñen e instalen
sus propios huertos o muros verdes”.
A su vez, la inversión
en un muro extensivo o muro cultivo ronda los 3 mil 800 pesos. Ambos se venden por
metro cuadrado y se pueden diseñar en diferentes colores. “Una gran ventaja es
nuestro costo de mantenimiento, el cual es muy bajo: 100 pesos el metro
cuadrado y se puede hacer cada dos meses. En cambio, en otros lugares ronda los
mil 500 pesos por metro cuadrado porque lo están vendiendo a empresas, y nosotros,
por el contrario, queremos que cada casa pueda tener su pequeño huerto, vivero
o muro verde”.
Miguel Ángel inició haciendo
las piezas de los muros con cerámica, pero dejó de producirlos porque, aunque
le gustaban a mucha gente, la maniobra resultaba costosa por lo pesado del
material. Por eso, se acercó a la Secretaría de Economía a solicitar un
financiamiento para fabricar las piezas en plástico. Hasta ahora no ha producido
masivamente, pues su manufactura es semi artesanal. Pero si todo va bien, a
finales de este año planea inaugurar otra tienda.
El entrevistado dijo que
el diseñador tiene que verse como empresario para lograr mayor estabilidad
económica. “Disfruto mucho diseñar, no obstante, mi mente y mis esfuerzos deben
ser más como los de un empresario y no tanto como un diseñador independiente”. Aunque,
reconoce, no desea esclavizarse a su trabajo, sino poner límites para conseguir
un balance en todas las áreas de su vida.
Miguel Ángel aconsejó
entrar a una incubadora de empresas para recibir asesoría de expertos en
distintas áreas: plan de negocios, administración, mercadotecnia, finanzas,
recursos humanos, entre otros. “Salí de la carrera y a los meses ya estaba
incubando mi proyecto en la incubadora de empresas del Instituto Politécnico
Nacional, y después, fui asesor de algunas firmas en el área de diseño
industrial”.
Finalmente, para quienes
gusten de tomar un buen café y admirar un muro verde, actualmente pueden
visitar la instalación que hizo Miguel Ángel Ramírez en el Museo Mexicano del
Diseño (Mumedi).
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