Lo indispensable para esta firma de diseño de interiores es conocer la esencia de cada cliente: quién es, qué quiere y qué necesita
Hay espacios llenos de
encanto y para muestra las tiendas de diseño de interiores de la firma calleveinte,
pero ¿qué los hace diferentes? Posiblemente el realizar su trabajo de la mano
del cliente y saber evolucionar conforme a las tendencias.
Para esta tienda de mobiliario en el sector de
interiorismo es muy importante entender la esencia de cada prospecto: quién es,
qué quiere y qué necesita.
“Nosotros apostamos a la
idea de que el cliente se involucre en cada proyecto y los resultados han sido
muy interesantes. Mientras más se involucra, más satisfecho queda el cliente. Nuestro
éxito está en construir junto con ellos el diseño de su casa”, expresó Nydia
Molina, fundadora y directora de calleveinte.
Tiempo atrás, cuando Nydia
Molina vivía en Mérida, Yucatán, en cierta ocasión la contactó Grupo Artell,
una empresa consolidada que importa telas de España, Francia e Inglaterra,
buscaban crecer en sus negocios, y ahora son socios de calleveinte.
“Ellos siempre habían
vendido tela por metros, y querían abrir un nuevo brazo en Artell donde las
telas no sólo se comercializaran de esta manera, sino que pudieran aplicarse en
un producto terminado. Fue así como comenzamos a hacer un catálogo y a diseñar
un concepto de tienda diferente”, explicó la entrevistada.
En 2007 inauguraron su primer
showroom en Mérida, Yucatán. Y a los tres años, abrieron dos sucursales en la
Ciudad de México. Una se encuentra en el Pedregal y la otra en Interlomas. En
total, son más de mil metros cuadrados de exhibición.
“Un gran acierto ha sido
esta alianza con Artell por la enorme cantidad de telas con las que contamos,
líneas de gran calidad para tapizar un mueble. Por ejemplo, puedes ver un
sillón tapizado de 23 mil maneras diferentes”, indicó.
Calleveinte es una
empresa que ha ido despacio. Sobre la marcha han hecho cambios y correcciones
en su modelo de negocio. Han experimentado y ahora ya conocen mejor lo que
demanda el mercado y cuáles son sus necesidades.
“A futuro aspiramos seguir
creciendo. Este concepto de tienda puede tener muchísima aceptación en el
interior de la República porque la gente es muy cordial y te invita a su casa.
Eso es lo que necesitamos. Mientras más penetración tengamos en el hogar del
cliente, el resultado es mejor porque entendemos a más detalle su espacio,
personalizamos las ideas y podemos hacer una mejor propuesta”.
El 90 por ciento de lo
que ofrece calleveinte es fabricado en su taller, lo restante es de
importación; es decir, los accesorios y una línea para jardín. Aunque planean producir
próximamente su propio mobiliario para exteriores.
“Quien viene a
calleveinte puede traducir sus anhelos en la decoración de toda su casa, porque
incluso tenemos hasta líneas de blancos. Lo único que no podemos venderte es la
cocina y los closets”.
Nydia reiteró que su
firma también es un espacio para diseñadores y decoradores de interiores. “Son
nuestros aliados y deseamos trabajar con ellos”.
En cuanto a sus precios,
el accesorio más económico se puede encontrar desde los 300 pesos y el costo de
un sofá (con cierto tipo de tela) lo determina el cliente. “Hay telas que
arrancan desde los 300 pesos y si necesitas 10 metros para un sofá, la
inversión sería de tres mil pesos, sólo para el revestimiento. Pero si deseas
una sala europea, el metro de la tela costaría tres mil 500 pesos, y por 10
metros tendrías que invertir 35 mil pesos solamente en la tapicería”.
Así mismo, tienen un
sistema llamado Modula que les ha funcionado muy bien por su versatilidad. Se
trata de una serie de piezas para armar lo que necesites.
Finalmente, Nydia Molina
expresó que mientras más conoces su concepto, te das cuenta de que es un lugar
que trata de solucionar muchas cosas. “No es una tienda ni cara ni barata, es
una firma que desarrolla un traje a tu medida”, concluyó.
Fotografías: Javier
Pérez
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