Una interveción que integra la riqueza cultural y arquitectónica en un diseño que se centra en la identidad y el vínculo comunitario.
En Santa María Petapa, Oaxaca, se llevó a cabo una intervención en un espacio público que había sufrido una fractura tanto urbana como social. La planificación, encabezada por el PMU bajo la dirección de la SEDATU, tuvo como objetivo la unificación y revitalización del sitio, integrando sus preexistencias con un enfoque respetuoso y cohesivo.
Uno de los puntos clave del proyecto fue el mercado público, localizado dentro del sitio y gravemente afectado por el sismo de 2017. Junto a él, la iglesia—de gran valor patrimonial y recientemente restaurada—se alzaba como un referente de arraigo e identidad para la comunidad. Ambos edificios compartían una estética dominada por el uso de ladrillo y arcilla en tonos ocres, lo que sirvió como eje conceptual para la intervención.
El trazado urbano abarcó toda la manzana, estableciendo una conexión fluida entre los distintos espacios mediante envolventes, pavimentos, plazas, paisajismo, elementos estructurales y pérgolas. La restauración del mercado marcó el inicio del proceso, conservando su esencia con cubiertas de teja de barro, vigas de madera y una volumetría tradicional de dos aguas. Este lenguaje arquitectónico se extendió a la cancha deportiva y a la plaza techada multiusos, consolidando una escala urbana y humana equilibrada.
La transformación continuó con una plaza abierta, cuyo diseño incluye una explanada circular que atraviesa la vialidad y se vincula directamente con la iglesia, reforzando su protagonismo y reduciendo la importancia del tránsito vehicular. El último cuerpo del conjunto es el preescolar, que mantiene la coherencia estructural del proyecto con su configuración ortogonal y estructura expuesta. Además, su azotea fue aprovechada estratégicamente para enmarcar una imponente vista hacia las montañas.
La materialidad del proyecto se unificó con el uso de concreto y elementos prefabricados en tonalidades ocres, complementados con ladrillos y losetas de barro. La propuesta enfatiza la limpieza, el orden, la escala humana y el respeto por el contexto, consolidando un espacio armónico y significativo para la comunidad.
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