Remodelado y reinaugurado, El Molino, de Barcelona, presenta espectáculos musicales y de cabaret desde 1898.
En la versión 2025 ofrece más que entretenimiento:
una experiencia sensorial completa, con la iluminación en un papel protagónico.
Dipping Light, de Jordi Canudas, y Bohemia, de Joan Gaspar, son las estrellas
principales en el reparto de Marset.
Color, diseño y espectáculo se combinan en El Molino
para sumergir a la audiencia en un espectáculo excepcional. Caracterizado por
un uso intenso del color, el rediseño del teatro fue realizado por Sandra Soler
Studio y Caterina Masferrer. Jordi Calero, de la consultora de iluminación
CA2L, colaboró incorporando las icónicas Dipping Light y Bohemia de Marset.
En el rediseño del espacio se procuró preservar su
esencia original, al tiempo que se incorporaron elementos de actualidad. Es así
que la colorida Dipping Light se instaló en el anfiteatro y la platea. Aquí, la
pieza de versión de mesa aporta una dimensión poética y artesanal gracias a su
estética colorida en capas superpuestas.
Como en Dipping Light, en El Molino, símbolo de la
identidad de la ciudad, el color juega un papel preponderante. A través del
rojo seleccionado, se rinde homenaje al ritmo de los clubes de jazz. Según
palabras de Sandra Soler: “Hemos tratado la luz como un elemento escénico y
emocional. Las lámparas Dipping Light introducen una luz suave, cálida y
envolvente. Su diseño refuerza la atmósfera íntima y teatral del lugar,
fusionando lo funcional con lo poético”.
“La luz no es sólo un recurso técnico, es identidad.
Queríamos que esta actuara como una especie de prólogo visual, jugando un papel
escénico. Además, pretendíamos que la iluminación acompañara al espectador
desde el primer momento, incluso antes de iniciar el espectáculo”, explicó Jordi
Calero de CA2L. Por tanto, las lámparas Bohemia de Marset, en acabado verde,
iluminan la entrada y aportan una señalada carga estética y sensorial.
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