Por Podio @PodioMX
Esta residencia de descanso se distribuye en dos generosos niveles que separan las áreas públicas de las privadas y en su programa se marcó el objetivo de aprovechar al máximo la comunicación entre el interior y el exterior privilegiando en cada espacio las magníficas vistas.
El amplio jardín rodea a toda la casa y
limita con un pequeño estanque en la parte más baja del terreno. La casa se
ubicó en la parte más alta para poder apreciar la extensión del valle y las
sencillas líneas de su diseño se integran al contexto gracias a la atinada
selección de los materiales y la neutralidad de las diferentes tonalidades. Dos
amplias terrazas y una alberca dan forma a las principales áreas exteriores a
las que se suman una plataforma junto al estanque y una serie de patios que
rodean a la casa dando remate a las vistas desde el interior.
En los interiores destacan los pisos de madera y piedra enfatizando la atmósfera natural que da sentido a todo el proyecto. El acceso al área privada es un salón familiar con una agradable sala, un pequeño comedor y una terraza que hace las veces de un vestíbulo y ordena la circulación hacia a las recámaras. La recámara principal destaca por sus generosos espacios, la atención a todos los detalles y comodidades con una vista que invita a soñar aún con los ojos abiertos.
Una serie de amplios espacios, en los que
se disfruta el pasar del tiempo, dan forma a Casa M una cálida morada diseñada
para destacar la naturaleza de sus materiales y donde el interior y el exterior
no tienen frontera.
Fotografía por Héctor Armando Herrera
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