Por Redacción
En el proyecto para Altísima, Boutique de Carnes el objetivo fue crear un ambiente en el que la exhibición y compra de carne fuera diferente, sin perder de vista la funcionalidad y la atención a los clientes.
En el proyecto para Altísima, Boutique de Carnes el objetivo fue crear un ambiente en el que la exhibición y compra de carne fuera diferente, sin perder de vista la funcionalidad y la atención a los clientes.
Aprovechando la generosa altura del espacio se crearon varios elementos que dan atmósfera y juegan con la escala. Unos enormes trinche y tenedor— herramientas esenciales para cocinar y comer la carne— llaman la atención y acompañan a los diferentes exhibidores y mostradores que complementan el recorrido.
El plafón define las diferentes áreas y recibe los luminarios para las mismas, además de dirigir la vista hacia el remate del local un muro en color rojo brillante sobre el que destaca la marca.
Fotografías cortesía de Arturo Chavez
El objetivo
del proyecto se cumplió sin lugar a dudas logrando un espacio que habla de
asados y de su protagonista: la carne de res. En la parte superior de los muros
se colocaron una serie de círculos de varios tamaños hechos de pieles de distintas
razas de vacas para dar ritmo y textura en una geometría diversa a la
naturaleza propia del animal.
El mueble
de la caja muestra un panel hecho de huesos tuétano, característicos por su
vacío central, que fueron blanqueados y tratados para hacer con ellos el
contorno de la caja. A ambos costados del mostrador central se localizan el
refrigerador y la zona de exhibición de vinos respectivamente.
El
interiorista Aurelio Vázquez y todo su equipo se aseguraron que la visita a
Altísima, Boutique de Carnes sea toda una aventura gastronómica.
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