Con este desarrollo esta firma incursiona en Latinoamérica con una propuesta arquitectónica en uno de los países más emblemáticos del cono sur
Por Geovanni Jaume @g3o_v4nni
Ubicado en
Sao Paulo, este edificio es obra del arquitecto estadunidense Daniel Libeskind
en conjunto con el despacho brasileño JHSF, quienes construyeron este lujoso
inmueble con los estándares más altos de la arquitectura moderna, además
implicó la utilización de elementos tecnológicos sustentables que permiten el
cuidado del medio ambiente, todo esto sin olvidar la estética y funcionalidad.
Vitra
cuenta con una fachada revestida por cristal luminoso y se ubica en una de las
s principales y más concurridas avenidas de la ciudad, en Rua Horácio Lafer, en
el elegante y moderno barrio de Itaim Bibi. Fue pensado para ser un nuevo
concepto de departamentos residenciales, razón por la que su forma escultórica
crea un agradable juego de contrastes con la arquitectura de la ciudad. En
palabras de Paulo Oliveira, presidente de JHSF “… su diseño lo llevará a ser el
nuevo ícono de la ciudad”.
Este
edificio cuenta con 14 departamentos —que van de los 6,080 a los 12,325 m2—
y un penthouse, cada uno instalado en un piso independiente. El lobby cuenta
con una recepción, de piso a techo, elaborada con concreto y madera brasileña,
esto para permitir una buena acústica y destacar con los modernos acabados y la
danzante fachada que se “mueve al ritmo de los balcones”. Este proyecto incluyó
al interiorista Dado Castello Branco que utilizó la escultura Ultramar Intervalo, del afamado artista
brasileño José Bechara, para adornar la recepción.
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| Romulo Fialdini |
Cumpliendo
con las comodidades de este tipo de construcciones, Vitra cuenta con áreas de
convivencia como gimnasio, piscina, spa, salón de juegos infantiles y de usos
múltiples. Su sustentabilidad está regida por un sistema de recolección de agua
de lluvia, paneles solares para brindar energía y calefacción, además de
reducir el consumo de energía de elevadores y aire acondicionado.
Fotografías por Ana Mello y Romulo Fialdini cortesía de Libeskind
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