La edición
de Expomueble Verano tuvo lugar la semana pasada. Guadalajara es la ciudad que
aloja este evento que ya es una expo bien consolidada, lleva 33 años
realizándose. En torno a esta feria o expo giran varios eventos organizados por
la asociación de fabricantes que convoca, un encuentro de conferencias de
interiorismo y un concurso de diseño de muebles
Por Delfina Sieiro @delfina_sj
Al entrar al recinto lo primero que encontré fue
el pabellón “México Diseña” su alfombra rosa me condujo hacia un área de
expositores que se destacan por su propuesta de diseño original. En estos
pasillos no solo exponen muebles, también cerámica, luminarios y arte. Todos
ellos de manufactura mexicana, no podían quedar atrás los jóvenes diseñadores
industriales, muy activos en el desarrollo de productos decorativos y
utilitarios. En esta zona encontré una constante, la combinación de los muebles
de madera (parota en su mayoría) mezclada con insertos o detalles de materiales
sintéticos, como resinas, poliuretanos y también pétreos, incluso mosaicos
incrustados. La decoración de los muebles con patrones geométricos, calados o
con sublimados de tinta, fue otra propuesta que vi en varios de los productos.
Entre otros, los que más llamaron mi atención en
este pabellón fueron las propuestas de muebles accesorios de Tepellizco y
Mobiliario México. El sillón “cacique” junto con las mesas-luminario bautizadas
como: abducción y alebrije, resultan una composición que refleja la inspiración
de leyendas y temas de nuestra cultura con toques de color, como consecuencia
apreciamos una propuesta alegre y refrescante. Su stand no era grande pero sí el de mayor colorido, sentido del humor
y por lo que pude observar, muy visitado. Por otro lado la colección de mesas
auxiliares, integrar mosaicos al buró Nool, además de la combinación de
materiales y colores de su conocida silla Baxaal fue algo de la propuesta de
Mome (mobiliario-méxico) que más me gustó. Por ahí encontré también los
luminarios de Rafael Weber quien me platicó que han tenido una buena respuesta
de clientes del extranjero que les han pedido sus productos para el ramo de la
hotelería. En esta zona la paleta de colores neutros, beige, blanco, negro,
gris, con algunos acentos en color azul en tonos cenizos, fue la protagonista.
Después
encontramos el área de los muebles finalistas del concurso Dimueble, en sus dos
categorías, profesional y estudiante. Infortunadamente no permitían que se
tomara fotografías, anecdótico fue que en esta ocasión la categoría profesional
quedó desierta, los jueces (entre ellos pude reconocer a dos miembros del jurado
Sebastián Lara y Rodrigo Lepez V) dictaminaron que los proyectos que se
presentaron no cumplían con las bases que se especificaban en el concurso. Y en
cuanto a los prototipos o proyectos, diré que la silla “Eva 02” (David Ortiz
Quintero) y el escritorio “tenderete” (Joshua Allen y Adolfo Navarro) fueron mis piezas favoritas.
Esta es
una exposición para mayoristas dedicados al negocio de la mueblería, la mayoría
de los fabricantes o expositores que encontré son de Jalisco o cercanos a este
estado. El nogal sigue presente aunque la mayoría de los muebles contemporáneos
exhibidos eran en madera de parota, incluso agregando remates o detalles en metal
acabado patinado o bruñido en tonos plata, y hoja de oro. Los contrastes de
color se encontraban en los textiles para sillas principalmente, combinando 2 o
hasta 3 colores y diseños en el caso de comedores. No faltaron algunos
expositores de accesorios decorativos, que en su mayoría continúan con la
propuesta romántica del vintage, con pátina en colores blancos y beige. Muchos
accesorios con temas de campiña rústica y floral, el vidrio (soplado) muy
vigente aún, tanto para capelos de veladoras como luminarios y floreros. Otro estilo
aún presente en la feria es el industrial, aquí encontramos en su mayoría los
muebles de hierro con pátina oxidada, algunas cubiertas de madera avejentada, y
tapicería en piel, todos ellos perfectos para espacios amplios y diáfanos.
Es muy común que comparemos las exposiciones de
muebles que hay en otros países, donde la propuesta de estética y diseño en los
stands es muy importante, contra los
3 muros blancos y alfombra gris que infortunada y normalmente se ven en nuestro
país. También acostumbrada a ver que los stands
de las ferias o expos en México son pequeños y pocos los expositores que toman
2 o 3 stands, llamó mi atención la
extensión de esta expo, aquí sucede lo contrario, son raros los expositores que
tienen pequeños espacios. La mayoría de las marcas apuestan por grandes
extensiones lo que hace los recorridos más amables, uno puede observar los
muebles con detenimiento y detalle, sus pasillos también son generosos.
Encontré 2 expositores que mantenían sus stands bien delimitados, con contornos
cerrados y un único acceso, al entrar se descubría el ambiente de un
apartamento completo, siempre es muy acertado aislar un poco los distractores
externos, aquí se cumplía bien el cometido. Por lo demás también encontré en mi
camino muchos fabricantes de muebles comerciales de los que fácilmente puedes
ver en tiendas departamentales, es decir hay para todo tipo de compradores.
Las instalaciones del recinto son muy cómodas y
amplias, aún en horarios de mayor afluencia no se siente saturada, invita a
recorrerla con tranquilidad. Anexo se encuentra la expo Tecnomueble, ahí
encontramos expositores que ofrecen maquinaria e insumos para la fabricación de
muebles. Además de artículos de tenería, herrajes, y madera, aquí me detuve en un
stand que fabrica textiles de fibra de ixtle, agave, yute y celulosa, su
director me comentaba: ¡estos sí son 100% orgánicos y biodegradables! Un
emprendedor convencido de que las empresas pueden traer desarrollo a las
comunidades agrícolas y artesanas, me platicó un poco sobre el proceso de
investigación que hizo en países del Oriente y Europa, para desarrollar sus
productos, de cómo esto lo ha hecho más consciente del cuidado del medio
ambiente. Tiene como reto sensibilizar al público sobre las cualidades de su
producto, así como hacer sinergia con diseñadores textiles e industriales para
la aplicación de sus telas en productos decorativos o de moda incluso.
Todo lo
anterior cerraba cada día con música que en tierras tapatías no podía faltar.
Se percibe fácilmente la tradición artesanal que hay en Jalisco, el color y la
diversidad de sus materiales, se ven reflejados en muchas de las propuestas de
accesorios decorativos. Espero volver en una siguiente edición, pero con más
tiempo para poder conversar afondo con los expositores y diseñadores, muchos de
ellos muy jóvenes por cierto.
Fotografías por Delfina Sieiro
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