Lo que anteriormente fungiera como un hostal en el centro de la ciudad, fue intervenido con un rediseño interior para hacerlo más vistoso y agradable
Creando
una atmósfera que combina lo tradicional con lo contemporáneo, este estudio
logró —en un antiguo edificio industrial de ladrillo— un lugar fresco y moderno
que permite el confort y descanso de los visitantes en una extensión de lo que
fuera un albergue ubicado en el centro de ciudad de Tampere, en Finlandia.
Este lugar cuenta con áreas de descanso, de lectura, salas de reuniones
e incluso cocina. Los 20 cuartos se acomodaron en diferentes espacios para
permitir la interacción los visitantes. Estos se sitúan sobre un pasillo que
conecta a la mayoría ya que la habitación principal se ubica en un lugar
especial del inmueble. Para este trabajo de interiores se emplearon materiales
naturales como madera en tonalidades rojas y amarillas para generar un ambiente
cálido y un suelo de fibra recubierto por alfombra para brindar tranquilidad y
disminuir el ruido.
Las
habitaciones sencillas están separadas del área común y para los diferentes
tipos se utilizó mobiliario en tonalidades blancas que contrastan con la madera
y la iluminación tenue, cabe destacar que cada unidad cuenta con lo esencial
para descansar así que sólo se instalaron camas.
En los
puntos de convivencia el mobiliario fue más generoso, se utilizaron sillas y
mesas en tonos verdes y grises para brindar elegancia, además de sillas colgantes
de madera para el espacio de lectura.
Fotografías por Patrik Rastenberger y Marc Goodwin
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