Desde el escritorio
Imagen cortesía Crónica |
Cualquiera debería saberlo, hay proyectos que no pueden plantearse y dictaminarse desde el escritorio (quizá es una obviedad que deberían de serlo todos), mucho menos cuando tienen como consigna la recuperación de ciertas zonas de la ciudad y los funcionarios en turno promueven insistentemente con su despliegue panfletario, los beneficios sociales de impacto directo que estas obras “concretarán”. Cualquiera debería saberlo pero no, al parecer no todos lo saben y mucho menos las dependencias gubernamentales que se empecinan en producir proyectos al vapor intentando ceñirse a la agenda política de una autoridad superior.
Ahora
con el nuevo botín de entretenimiento popular en que se ha convertido el tema
de la generación de ciclovias y la promoción de la bicicleta como medio de
transporte sustentable, eficiente y económico,
algunos políticos comienzan a hacer lo suyo: tapar el ojo al macho con
obras absurdas y totalmente ridículas que carecen de fundamentos para que éstas
se conviertan en verdaderos detonadores benéficos para mejorar la vida en la
ciudad.
Imagen cortesía Milenio |
Aquí
se pueden mencionar las inconsistencias de los trazos y soluciones técnicas
planteadas desde el gobierno de AMLO, las improvisaciones en el Paseo de la Reforma
que surgieron en la administración de Marcelo Ebrard y que continúan hasta el
día de hoy con casos fallidos como la intensión de incorporar una ciclovía en
Av. División del Norte que aún no puede conciliar el titular del gobierno
capitalino Miguel Ángel Mancera. Todas ellas, motivo de quejas y motor –casi
siempre- de accidentes y controversias a nivel de calle para los usuarios.
¿Puede el gobierno ponerse una estrellita y decir que vamos en el camino
correcto, que estamos cubriendo puntos de la agenda de la movilidad urbana con
soluciones a medias o de tan bajo nivel? ¿Pueden presumir que tales ocurrencias
son en verdad soluciones sin primero haberlas planeado, concientizado a la
población, ordenado y liberado de usos o abusos comunes, y ejercido un plan
estratégico para hacer cumplir los objetivos de estos proyectos? ¿De dónde salen tantas ideas que después se
convierten en proyectos tan arbitrariamente diagnosticados?
Imagen cortesía Obrasweb |
Es
inevitable, ¡cómo no pensar que obras como el Mega Biciestacionamiento, recientemente
entregado e inaugurado en las inmediaciones del CETRAM Pantitlán en la
Delegación Venustiano Carranza no es producto de la premura por (mal) gastar
(derrochar, lapidar y repartir) un recurso que debía de hacerse efectivo de
forma expedita, por no decir improvisada! ¿Cómo entender que ahora ya se tiene
un nuevo elefantito blanco, una obra que se ha presumido como ejemplar y la más
grande de América Latina, pero que se encuentra en un sitio donde nadie puede
llegar en bicicleta, dónde los usuarios deben –si quieren llegar sanos y
salvos- bajar de la bicicleta para sortear camiones, puestos de comercio
informal, baches, calles en mal estado, y rutas inaccesibles e inexistentes. ¿A
quién se le ocurrió el disparate?
Es
una burla, desde hace más de quince años existe un biciestacionamiento cerca de
la Línea 9 del CETRAM Pantitlán -con menos oropel pero que funciona
correctamente al grado de ser insuficiente-; su existencia comprueba que las
personas sí llegan en bicicleta a la zona, pero su posición se encuentra diametralmente
opuesta a donde las autoridades pusieron el suyo, el nuevo, mucho más caro,
mucho más grande, mucho más “diseñado” y todo para ser una edificio inútil y
torpe, siempre vacío. Más que preguntar, habrá que comenzar a dudar de esos
magníficos funcionarios que siguen pensando que andar en bici es una cuestión
de moda, lo superficial y lo absurdo.
Ojalá
pronto puedan recorrer, todos ellos a pie y en bicicleta la zona, esperemos que
así entiendan la magnitud de sus improvisaciones y dejen de lado sus poses
fotográficas. Ojalá.
Imagen Cortesía Milenio |
* Marcos Betanzos (Ciudad de México, 1983) es
arquitecto, fotógrafo y articulista independiente. Becario FONCA 2012-213 por
su proyecto #BORDOS100 y miembro del Consejo Editorial de la Revista
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