Por Lorenzo Díaz @lorenzodiaz y Eugenia González
@eugeniagg
El museo de arte de la arquidiócesis de Colonia diseñado por Peter Zumthor es
sin duda un extraordinario ejemplo de la delicada arquitectura del Pritzker
Suizo. Construido sobre los restos de la Iglesia gótica de Santa Kolumba y los
restos románicos que la precedieron, este museo muestra los valores esenciales
de su arquitectura.
El
espacio más grande de este recorrido de luces y sombras resguarda los restos
que cuentan más de dos milenios de historia, se trata del rescate arqueológico
del templo y una capilla diseñada por Gottfried Böhm de 1956. Magistralmente
Zumthor logra recrear la sensación de estar al interior de una iglesia
medieval proporcionando así una
atmósfera ideal para la visita de los restos arqueológicos. El espacio, frio y
obscuro, permite caminar —sobre un acogedor andador de madera— entre las ruinas
y restos de la construcción antigua, respetándola y haciéndola accesible.
Adosado
a este gran espacio se desarrolla el museo. Complejo en tránsito, con dos
grandes escaleras que dan acceso a igual número de niveles, los espacios van
apareciendo uno detrás del otro. Todas las salas son diferentes e irregulares.
Una mezcla de sensaciones se dan al recorrer espacios que van entre el
minimalismo y una impresión monacal de claustro del Medioevo.
Un
juego de luz que solo Zumthor puede lograr es la clave para hacer de estos
espacios una obra maestra. Luz de grandes ventanales, luz artificial, tránsitos
en claro oscuros y luz cenital crean sombras y volúmenes extraordinarios en
donde las mínimas texturas y la más neutra de las paletas crean una la falta de
color absoluta dando espacio a la obra expuesta.
Un
exterior de volúmenes contradictorios y ventanas enigmáticas en contraste con
un interior de paz y tranquilidad logran una arquitectura emocional y llena de
valores en contacto con el espíritu y la luz.
Fotografías por Lorenzo Díaz y Eugenia González
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