Una serie poética que transforma formas cotidianas en esculturas de luz.
Por primera vez, LZF se adentra en el universo de la cerámica con la colección In&Out, desarrollada en colaboración con la diseñadora Marre Moerel. Reconocida por sus piezas en madera, la marca abre un nuevo capítulo con una serie que incluye cuatro familias: Hábitat, Pipe, Spore e Ydria.
Hábitat evoca la construcción asimétrica de bloques modulares. Su luz representa la presencia humana que anima las formas geométricas, reflejando el amor por los espacios minimalistas donde la interacción entre luz y sombra es esencial. Disponible en versiones de mesa y muro, su diseño sencillo y acogedor se ofrece en acabados blanco mate o brillante.
Pipe transforma la estética de un objeto cotidiano: la tubería. Al salir de su contexto industrial, se convierte en una pieza escultórica de gran personalidad. Con la calidez de la cerámica artesanal y el sello característico de LZF, Pipe revela la luz poco a poco, como una metáfora de lo que emerge desde la oscuridad.
Spore remite a la imagen de una célula o semilla, el origen de la vida. Su forma esférica, elemental y simbólica, reúne los cuatro elementos: la cerámica como Tierra, moldeada con agua, endurecida por el fuego y vivificada por la luz. El brillo interior encarna la vitalidad que palpita en todo lo que existe. Disponible en distintos tamaños, Spore se adapta tanto a interiores como exteriores.
Ydria, inspirada en las vasijas de la antigua Grecia, se reconoce por su silueta arqueada y su acabado blanco esmaltado. Su diseño permite distintas posiciones, como si el objeto se inclinara para verter su contenido: luz. Este gesto convierte a Ydria en un recipiente atemporal que transporta luminosidad, fusionando tradición y abstracción en una pieza serena y enigmática.
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