El diseñador Roberto Silva, director de AYOR, presentó su próxima colección el pasado septiembre, durante la semana de la moda de Nueva York.
Forma, función, simpleza, calidad y un poco de humor es lo
que nunca falta en las prendas diseñadas por Roberto Silva, un diseñador de
moda mexicano que desde hace 3 décadas vive en Nueva York. Para él la hechura
de las prendas es lo que más disfruta, la costura es el momento en que las
ideas que llenaron su cabeza se vuelven realidad. El dibujo es importante, pero
su natural impaciencia lo lleva rápidamente a desarrollar el patrón para tener,
a la brevedad posible, las piezas que le darán forma a su nueva creación.
“Sentarme a coser y ver como la prenda toma forma es un proceso no sólo
creativo para mí, también es un aprendizaje y hasta una terapia. A veces se
torna un poco obsesivo pero el resultado es la mejor medicina” comenta Silva.
Para cada colección Roberto encuentra la forma en la que
todos los elementos encajan, desde la idea, pasando por los materiales, el
concepto y la inspiración. Su principal reto es hacer ropa que presente un
valor por su uso y su longevidad. Evitar el desecho se ha convertido en un reto
personal por lo que todo lo que esté relacionado con el consumo excesivo y el
desperdicio es inmediatamente descartado. Desde hace varios años se ha
concentrado en crear prendas estéticamente atractivas, nuevas pero pensadas para
permancer en el tiempo.
El secreto de AYOR está en las manos de Roberto ya que cada
prenda está confeccionada personalmente por él y eso le permite hacer cambios
en el proceso para lograr justo lo que estaba buscando. Abriendo la
conversación al supuesto de que pudiera hacer de nuevo la colección que
presentó le pregunté qué cambiaría a lo que me respondió “La organización,
empezaría un mes antes. Cuando decidimos empezar, la emoción de poder mostrarlo
en la semana de la moda de Nueva York (imagínate, ni en nuestros sueños allá en
los 80) me distrajo un poco y me hizo desconfiar de mis habilidades como
diseñador y productor, así que me concentré demasiado en las prendas en
particular y se me olvido un poco el concepto en general. Con más tiempo hubiera logrado más prendas y
una colección más completa, lección aprendida.”
Estoy segura de que para la próxima colección Roberto, mi
querido Beto, buscará tener más tiempo libre para concentrarse en lograr una
presentación a la que él no le pueda poner ningún pero. Las imágenes que nos
compartió de sus diseños, su proceso de concepción, producción y presentación en la galería Clamp Art, hacen
evidente la simpleza de las líneas, la dedicada atención a los detalles del
trabajo hecho a mano con la mayor disponibilidad y siempre pensando en la forma
de lograr un mayor reciclaje para que la moda deje de ser pasajera.
En cada puntada, Roberto cose una idea de moda que no
caduca: la de vestir con sentido, con historia y con futuro.
Fotografías: Cortesía de AYOR











































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