Los 20 de Pomelo

Estudio Pomelo cumple 20 años y lo celebra, compartiendo sus fantásticos objetos utilitarios y decorativos, a través de la mirada de los fotógrafxs con los que han colaborado. 
Por: Eugenia González @eugenia_circulocuadrado 
Ana Laura Topoleanu

Llevamos un poquito más de la mitad de años que celebra Estudio Pomelo de conocer a nuestro querido Agustín Elizalde —su fundador— quien, apoyado de un enorme equipo, se ha encargado de dar forma a una amplia colección de pequeñas arquitecturas para llenar de materiales, texturas y sorprendentes detalles, muchos espacios.
 
Desde sus inicios, imaginaron el estudio como un espacio abierto y flexible, en el que se pudieran compartir experiencias significativas de arquitectura, interiores y diseño. Veinte años diseñando espacios, muebles y objetos, les han dejado una larga lista de amigxs y extraordinarios proyectos que, no habrían sido posibles sin el apoyo de quienes pusieron sus ideas sobre la mesa, de las manos que las materializaron y todxs aquellos que han compartido su visión.
 
Uno de los primeros objetivos fue tener una línea de productos de diseño propia, que pudiera complementar los proyectos de interiores con piezas actuales de producción artesanal; la idea se hizo realidad en febrero del 2011, con la primera colección de tapetes que elaboró la familia Mendoza en Teotitlán del Valle, Oaxaca.


Superior izquierda: DSTN
Superior derecha: Ivana Casuccio
Inferior: Samantha Cendejas
 
La idea de “colaborar para mantener vivas (y frescas) las técnicas tradicionales”, se fue extendiendo a otros talleres familiares con los que ya tenían contacto. El segundo taller con el que trabajaron fue el de la familia Barba en Santa Clara del Cobre, Michoacán. Los floreros Mayo se expusieron por primera vez en el 2015 en una muestra colectiva de diseñadores del occidente de México en el Abierto Mexicano de Diseño. A partir de entonces, entendiendo mejor el material y sus posibilidades, fueron ampliando el catálogo de piezas y acabados.
 
Trabajar con técnicas artesanales los ha invitado a despegarse del papel, a imaginar los objetos en un diálogo continuo con el legado ancestral que son los oficios, y con el trabajo colectivo de decenas de personas que comparten con Estudio Pomelo las obras de sus manos.
 
Tienen el enorme privilegio de continuar trabajado con talleres tradicionales en Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Yucatán; colaboraciones que se han materializado en diversos objetos utilitarios y decorativos, hechos artesanalmente en varios materiales y técnicas.
 
Fotografía: Cortesía de Estudio Pomelo, salvo donde se indica


Superior izquierda: Andrés Alejos
Superior derecha: Mariana Achach
Inferior: Daniel Solorio


Superiores e inferior: María Laura Castro


Superior izquierda: Daniela Pieck
Superior derecha: Maj Lindstrom
Inferior: Fernando García


Superior izquierda: Onnis Luque
Inferior: Pablo Saracho







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