Proyecto finalista de la categoría Comercial en el XII Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA.
El proyecto se encuentra al interior de una antigua casona ubicada en el
corazón de Polanco. Olivine se desarrolla en un espacio de 25 m2, los cuales
rinden tributo a la belleza femenina.
La inspiración para este proyecto surge de una narrativa que alude a una ruina
de belleza natural, con productos de alta gama. Esto se ve reflejado en el diseño, el cuál
integra lo femenino a la arquitectura con formas curvas y continuas.
El uso de materiales en colores claros como el micro cemento y la madera
crean una atmósfera de frescura y pureza. El espacio se complementa con unos
toques de color y movimiento con la mesa de mármol verde al centro y la lámpara
de fabricación artesanal mexicana que le acompaña.
El objetivo principal del espacio es invitar al usuario a tener una
experiencia única que fluye a través del recorrido del mismo.
Fotografía: Aldo C. Gracia
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