Por: Arturo Emilio Escobar @masterarki
Ubicado en una
de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México, este departamento (de 450
metros cuadrados) proyecta su arquitectura hacia el entorno arbolado. Este
privilegio, dictado por la naturaleza, marcó los primeros lineamientos de
diseño trazados por el arquitecto Jorge Hernández de la Garza en la
distribución interior, en donde propuso una planta libre, la cual permite
contemplar el exterior desde cualquier punto.
Su minuciosa
selección de materiales matiza el juego de luces y sombras proyectado a través
de los grandes ventanales en la estancia y el comedor. La modulación del
departamento es un reflejo y continuación de la propia estructura y de los
remates visuales, los cuales rigen el despiece de la piedra caliza en pisos y
las entrecalles de los muros de madera, mismos que dividen el área social del
área privada.
El mobiliario se
comunica en armonía con el resto de los materiales (madera, piel, piedra,
textiles) y las refinadas líneas de la arquitectura interior.
¿Cómo se ha
transformado la manera de habitar los espacios en la urbe metropolitana?
Jorge Hernández
de la Garza: El Departamento R+D está ubicado en una zona muy céntrica de la
Ciudad de México, y creo que hoy en día la gente está regresando al centro urbano
y sus alrededores, como ejemplo más claro está el corredor Reforma, el cual desde
hace varios años se está regenerando con nuevos desarrollos de vivienda y
proyectos de usos múltiples.
¿Cómo equilibras
las virtudes sensoriales y materiales de un departamento cosmopolita?
En cada
proyecto tratamos de integrar al máximo los espacios verdes y, en este caso, aprovechamos
las visuales hacia el parque totalmente arbolado en la fachada frontal. Además,
propusimos un espacio abierto que integra todos los espacios sociales del
departamento.
¿La organización de las áreas y la comunicación entre ellas advierte de una tendencia en habitabilidad?
Hemos notado
que nuestros clientes están buscando ambientes más abiertos, en donde los
espacios se relacionan entre sí, con iluminación natural, con materiales y
mobiliario que buscan en todo momento el confort y la calidez.
La escala es
uno de los valores que cuidamos al máximo, tanto en el diseño interior
residencial como en proyectos de otros géneros y dimensiones. La integración
al contexto, los materiales naturales y el cuidado de la iluminación son también
determinantes en nuestra arquitectura.
¿Cuál es el
límite que divide lo público y lo privado en una residencia?
Podría existir
o no un límite físico entre lo privado y lo público. Un ejemplo es la Casa
Pittman Dowell, diseñada por Michael Maltzan, en donde no existen puertas, y
los límites se generan con muros girados, los cuales van conteniendo el espacio
mientras que la circulación es fluida y continua.
Dentro de 30 años, ¿cómo visualizas que será la relación arquitectura-interiorismo en los proyectos de México?
En nuestro caso
estas dos disciplinas han ido en paralelo por encargo de nuestros clientes;
creo que los espacios se ven enriquecidos cuando hay buena arquitectura y un
buen interiorismo. En un futuro la relación será total.
Departamento
R+D
Proyecto:
Jorge Hernández de la Garza
Equipo de diseño:
Paula Campos
Javier
Pichardo
Marco Antonio
Amador
Lugar:
México D.F.
Fotografías:
Paul Czitrom
Arquitecto Jorge Hernández de la Garza
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