Una aproximación a los deseos íntimos de sus habitantes materializada en un espacio diseñado y construido a la medida, una propuesta muy personal integrada en armonía con su comunidad.
En la narrativa
arquitectónica de esta firma, intimar se ha convertido en el punto de arranque
que les permite identificar aspectos importantes, particularidades y deseos de
las personas, su perspectiva y visión.
Este proyecto
representa una aproximación a los deseos íntimos de sus habitantes. Su
materialización es la muestra de un espacio diseñado y construido a la medida,
una propuesta muy personal y a la vez integrada en armonía con su comunidad.
Ubicado en una colonia con una escala y de gran apropiación vecinal en el
municipio de Morelia, el proyecto tiene sus raíces en la idea de dar sentido de
pertenencia y fortalecer el arraigo con la comunidad de una pareja.
Tanto el proceso constructivo y etapas de
seguimiento técnico, sin duda, no son menos valiosos. Por el contrario, las
percepciones y expectativas preliminares de lo construido en ese lugar
generaron una participación e integración involuntaria, pero valiosa de los
vecinos y transeúntes de la calle Melón esquina con Papaya por varios meses;
hasta que finalmente se dieron cuenta que la narrativa final era la expresión
natural y honesta en sus materiales expuestos, sin capas adicionales ni
recubrimientos: atemporal y coherente como las herramientas y técnicas
primigenias de construcción.
El programa se
desarrolló conforme a las necesidades y pasatiempos de la pareja, así como la
relación del proyecto con su entorno. Al exterior el proyecto se aísla en su
planta baja para dar privacidad a los espacios de convivencia, mientras que en
el primer nivel un ventanal permite la iluminación del estudio y se abre al
exterior para dialogar con su entorno donde predominan los vanos reducidos. Al
interior, un patio resguarda los espacios privados donde sus grandes vanos y
herrerías crean un interesante juego de luces y sombras.
Más allá de un
espacio privado, Vivienda Melón se entiende como un estudio habitable, dando un
nuevo sentido a la máquina de vivir. Mediante el uso de block de concreto,
herrerías personalizadas y elementos de madera en las circulaciones, se genera
una dinámica sobria y transparente que permite experimentar y generar espacios
modulados, flexibles y abiertos a posibilidades de variadas naturalezas.
Fotografía: Edson Contreras Ornelas
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