«Siempre he afirmado que los lugares son más fuertes que las personas, el escenario más que el acontecimiento. Esa posibilidad de permanencia es lo único que hace el paisaje o a las cosas construidas superiores a las personas.»Aldo Rossi
Recorrer este
proyecto de los arquitectos Rossi y Braguieri fue una enorme oportunidad que definió
la última parte de la ruta de nuestro reciente recorrido por el río Po. La
investigación previa al viaje, arrojó una gran cantidad de imágenes que, en su
mayoría, desvelaban solamente un segmento de este enorme proyecto, lo que hizo
de la visita una continua sorpresa a cada paso.
También
durante la investigación previa saltaron muchos de los famosos dibujos de Rossi,
que nos recuerdan a la pintura metafísica de Giorgio de Chirico, pero a
diferencia de este último, la arquitectura de Rossi se recorre también con los
pies, escuchando y sintiendo el viento, además de las miradas inquisitivas de
los deudos que no entienden el culto que nosotros practicamos.
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El concurso
se formalizó en 1971 y se comenzó a construir hasta 1978 con varias
alteraciones, además de quedar inconcluso. Se preservó la calle central que da
acceso directamente a la ampliación, que nosotros no utilizamos, nuestro
recorrido fue desde una entrada lateral misma que nos permitió entender el
diálogo con la construcción clasicista original y la reinterpretación
volumétrica de este espacio dedicado, más que a los que ya trascendieron, a
quienes quieren recordarlos.
Tuvimos la
fortuna de ver ese cielo azul que Rossi y Bragueri eligieron como título de su
propuesta, enmarcando y enfatizando los volúmenes que reciben las criptas. Concreto
y acero inoxidable dibujan en 3D lo que Rossi plasmó en sus diversos apuntes, dando
como resultado una materialidad que enfatiza la contemplación y la
introspección que requiere un lugar de esta naturaleza.
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