Un espacio —para fines de semana y vacaciones— funcional, acogedor y estéticamente atractivo, que brinda comodidad y armonía a sus habitantes.
Este proyecto de 300m² en la ciudad de
Cuernavaca está separado en 2 plantas. En la planta baja se aprecia una clara
división de áreas, del lado oeste encontramos la sala-comedor y una terraza con
que funciona como una extensión. En el lado este se encuentra el área de
servicio, concentrando la recamara de servicio, cuarto de lavado y cocina, además
de una de las recámaras. En la planta
alta encontramos 2 recamaras y la recamara principal, que cuenta con un pequeño
vestidor y una terraza.
Hoy en día vivimos de una manera
acelerada dentro de la ciudad, la calidad de vida se mide en lujo más que en
experiencia. Partiendo de ello se optó por una arquitectura funcional y sincera
que responde a las inquietudes del cliente, privilegiando espacios internos
abiertos e iluminados naturalmente.
Se buscaba estilo contemporáneo, con
líneas simples y acabados elegantes. Se utilizaron materiales de alta calidad y
se prestó especial atención a los detalles y acabados interiores. Se incorporarán
amplios ventanales y puertas corredizas para aprovechar la luz natural y crear
una conexión visual con el entorno verde del jardín.
Materiales como mármol travertino en
pisos, losas y muros blancos, dieron como resultado la sensación de un espacio
fresco, abierto, cálido y mucho más amplio. Se utilizaron colores suaves y
tonos naturales en la paleta de colores, creando una atmósfera tranquila y
relajante. Se eligieron materiales y texturas que transmitan calidez, como la
madera para generar un ambiente acogedor.
Fotografía: Alfonso de Bejar
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