Proyecto finalista de la categoría Habitacional mayor de 300 m2 del XI Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA.
La propuesta consistió en la total adecuación de un
departamento en el piso 40, la premisa principal: estilo contemporáneo y
elegante.
La recepción está forrada de madera de nogal, la credenza
retro, contrasta con una escultural lampara en la esquina opuesta. La cocina en
colores pastel, es un espacio abierto hacia la sala comedor; su isla, funge
como desayunador y provoca una separación entre los espacios.
Un lambrín de madera de nogal, se instaló a todo lo largo de
la sala comedor integrando el espacio, albergando discretamente una elegante
vitrina bar, la tv, un librero y una obra de arte.
El piso gris con betas multicolores, contrasta con los
muebles, los tapices y la madera. En la estancia el sillón color mostaza funge
como elemento de contraste combinando con los accesorios y el arte en colores
dorados.
El piso de duela en las habitaciones crea un ambiente cálido
contrastando con las cabeceras tapizadas en telas, el color de contraste es el
verde. La propuesta de iluminación se centró en crear espacios más cálidos, con
luminarias puntuales en el arte.
Cada mueble y cada accesorio debía ser una pieza de diseño
única.
Fotografía: Jorge Silva
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