Proyecto finalista de la categoría Hoteles del XI Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA.
Al interior, incorporamos
concreto y elementos geométricos y lineales del exterior; tapices neutros,
rayados y sobrios, muy citadinos; contrastando con elementos orgánicos: sillas
frescas de cuerda, muebles curvos, lámparas de metal ramificado, maderas
naturales, toques coloridos y vegetación natural.
En una planta abierta creamos espacios
sutilmente separados y definidos por plafones, jardineras, tapetes, y elementos
arquitectónicos. En el lobby, se diseñó un
sofá inspirado en el “tú y yo” típico de los parques Yucatecos.
En la doble altura se sembraron dos árboles para estar “bajo el abrigo de un árbol” en un restaurante y en
salas de estar la alfombra parece recoger las flores amarrillas de un
árbol lluvia de oro de la región.
La azotea es ideal para
relajarse con una piscina central en alto y camastros bajo sombrilla, un bar
para convivir y salas privadas rodeadas de vegetación con silletas en vivos
amarillos que contrastan con el azul del cielo para disfrutar la puesta de sol
de Yucatán.
Fotografía: Tamara Uribe
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