Proyecto ganador de la categoría Oficinas menor de 300 m2 en el XI Premio de Interiorismo Mexicano PRISMA.
Sólido y
vacío, luz y sombra, volúmenes de piedra que flotan a ritmo constante y
descubren espacios que inspiran confianza, experiencia, formalidad y fuerza,
valores de esta firma de abogados, que es dirigida por una pareja que ama su profesión.
Desde el
acceso del proyecto podemos encontrar el gesto que articula toda la
intervención es la marimba de madera a dos tonos que funciona como plafón,
estas vigas se van descubriendo de manera diferente a lo largo del proyecto
guiando a los usuarios por los diversos recorridos, ésta enfatiza la
perspectiva y sirve como ancla para los muros flotantes de basaltina rayada,
material que da un carácter único a estos elementos arquitectónicos.
El
recorrido a este estudio, empieza por el volumen pétreo que contiene a la
recepción la cual está rematada por una gran placa de mármol, a su vez el
espacio está flanqueado por el front desk y un área de espera que acompaña a
los usuarios con la escultura “Lento Atardecer” de Karian Amaya.
Saliendo
de la recepción se genera un espacio que delimitado por el vértice del monolito
que la contiene, avisa a los usuarios que se encuentran en un vacío entre
volúmenes que funciona como transición y circulación desde el cual se puede
apreciar el eje compositivo principal de las oficinas rematado por la sala de
juntas a la derecha y al final del espacio por la biblioteca de color rojo
escarlata.
Los
volúmenes de piedra interrumpidos por haces de luz alojan privados para los
asociados y el vacío contenido entre los volúmenes de piedra en recogimiento y
silencio dan lugar al área común de trabajo, la cual cuenta con una pequeña
sala para tertulias adornada con el cuadro de Rocca.
Coronando
el recorrido encontramos los espacios de los socios fundadores, los cuales son
los ventrículos principales que se ligan al corazón del proyecto: la
biblioteca. Este
proyecto, baila al ritmo de las líneas, de las texturas, de los colores, de la
geometría, y de la fuerza y magia que genera un cuerpo sólido y por ende del
magnífico vacío.
Las
oficinas están dentro de un edificio con certificación LEED, por lo tanto, las
estrategias de consumos y de materiales, fueron alienadas a los los parámetros
de requerimientos para ser sustentables.
Se utilizaron materiales naturales
locales para disminuir la huella y el impacto ambiental, además de promover el
desarrollo de los productos nacionales. El diseño
que genera espacios de sombra y la selección de materiales pétreos, ayuda al
control de temperatura del espacio manteniendo una
temperatura confortable en el espacio.
Fotografía: Rafael Gamo
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