Esas finas gotas de rocío que brillan sobre el pasto al amanecer y semejan delicadas gemas inspiraron la nueva colección de Bomma.
De
nueva cuenta, la casa checa que trabaja el cristal como nadie vuelve a conjugar
dos materiales tan disímbolos como extraordinarios: el cuero y el cristal.
Ambos requieren de extrema pericia para su modelado, pero el resultado es
cautivante, porque evoca la belleza elemental de la naturaleza.
Diseñada
por Boris Klimek, Dew Drops se compone de varias lámparas de suspensión de
precisos detalles. Sobre una banda de piel finamente trabajada, se acoplan
varios difusores de vidrio iluminados con una fuente de luz interna que ofrece
una experiencia estética excepcional. Con destellantes toques de iridiscencia,
los orbes de cristal se adhieren a las bandas de cuero cosidas a mano con un
material innovador.
Las
variadas posibilidades de instalación de Dew Drops resultan una gran ventaja
para dar carácter y acento a un espacio. Personalizarlo y adaptarlo, tanto a
las dimensiones del entorno como a las necesidades lumínicas del usuario, es
una tarea sencilla que da como resultado composiciones únicas.
Está
diseñada para ser la pieza central y que su brillo se disfrute desde cualquier ángulo,
apropiándose del espacio, protagonizándolo. Aunado a su llamativa presencia, la
pieza de iluminación está disponible en dos acabados de piel: natural y vegana.
Por otro lado, el difusor de vidrio en forma de gota se sopla a boca uno por
uno, por lo que la intensidad del revestimiento metálico iridiscente puede
variar un poco en cada ocasión. Funcional y poética, cada pieza tiene la
propiedad de estimular la imaginación.
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